•A la luna llena mensajes de un anonimato felino• ©

Capítulo-1

Es de noche por las calles de la ciudad, las luces de tiendas y postes iluminan las veredas del lugar. Un lugar muy romántico y turístico en realidad. Algunas calles están inundadas pero eso no le quita lo pintoresco y hermoso lugar de vivir o visitar como turista. Ideal para los enamorados o algunas parejas que van de la mano mirándose a los ojos y uno adecuado para pasearse por ahí con su café caliente de Starbucks en la mano y conversando sonrientes con amigos de lado. otros pasaban con sus perros de trineo trotando o haciendo ejercicio junto con algún acompañante por los puestos, tiendas o restaurantes de por ahí. Todos por la plaza u otras áreas de la ciudad.

Otras personas miraban por arriba del puente como las aguas turbias avanzaban al compás por debajo del puente y miraban a las orillas unas personas que pasaban, como turistas y gente del lugar se paseaban por ahí.

Unos solo caminaban con sus celulares en la mano, unos hablando por teléfono o con audífonos manos libres, otros con audífonos o auriculares escuchando música y manos en sus bolsillos de los pantalones o chamarras o sudaderas deportivas o también chasqueando sus dedos.

Otros comiendo en algunos restaurantes. O también en puestos ambulantes con mesas bajo unas enormes sombrillas verdes oscuro, blanco, rojo, etc y sillas ocupadas con amigos, familiares, con pareja, otros solos con un libro en mano o solo con sus celular, etc.

Un lugar muy acogedor y bonito para sentirse "vivo" como una fantasía, sueños o cuento...

Ja! si claro, solo eso sería color de rosa para alguien que no este deprimido y con el corazón por los suelos sintiéndose peor que un perro con la otra entre las patas. Como a mí, pero que sad.

Pero para alguien que cuando la depresión te llega, te cala muy fuerte, muy en el fondo ... y eso es justo lo que me esta sucediendo. Nada ahora me importa más que lo que ocurre JUSTAMENTE en estos momentos, JUSTO frente a mi nariz, enfrente de mi rostro, delante de mis ojos ¡Carajo!.

Hace algunos instantes todo era color rosa, recién salía de mi cafetería favorita con mi café latte frío en mano, me valía un pepino que fuera de noche he hiciese algo de frío y el cielo amenazara con rayos que llovería en algunos momentos. Eso no me impedirá darme un capricho, llevo rato que no pruebo uno. además traigo mi paraguas rojo bajo el brazo.

Pero lo que vi luego después de dar los primeros 3 sorbos a mi café vi algo, mejor dicho a alguien. alguien paso como corriendo al parecer buscaba algo o alguien ya que se veía muy desesperado. No lograba identificar quien es paso rápido como una rayo, pero se me hacia muy familiar. No reste importancia y seguí mi camino a casa, tengo cosas pendientes y muy importantes por resolver. al doblar la esquina por donde aquel joven paso, di otra probada a mi café pero cometí un gran error, caminar por ese sendero.

Pues al levantar la mirada de mi café en mano, vi algo que me dejo más fría que mi latte de oreo. Me quede estática, de piedra, inmóvil, con la piel chinita, con algunas corrientes correr por mi estomago, pecho y espalda.

Son las 7:30 de la noche para ser exactos y me sentía de lo mas triste, jamás creí que podría sentirme tan mal en toda mi vida, creí que lo que ocurrió con Raimundo ya no era nada, pero no se trata ya de Raimundo ni mucho menos de mi ... es ¡David!. David está besándose con otra chica que no era yo, y lo peor de todo es que el sabe que le gusto y no parece importarle, hasta que se despego bruscamente de ella y volteo a verme muy impactado.

pude alcanzar a darme cuenta del miedo que habían en sus ojos de solamente verme con mi mano cubriendo mi boca y los ojos bien abiertos y lágrimas amenazando con salir. el solamente alcanzo a decir mi nombre extendiendo su mano lleno de preocupación y nerviosismo; y yo simplemente le mire llena de dolor y odio con lágrimas en mis ojos, retirando mi mano de la boca echándola al suelo bruscamente y en forma de puño. me acerque a el.