13: REFLEXIÓN.

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Dios no nos pide que elijamos entre compasión y fe en la Biblia.

Los cristianos se encuentran cada vez más divididos acerca de la cuestión de la aceptación e inclusión de personas homosexuales en la iglesia. El debate en sí mismo está usualmente representado como esencialmente poner a la Biblia, por un lado, contra la compasión y la justicia social por otro. Nuestros corazones cristianos, dice el (usualmente apasionado) argumento, nos llevan a dar igualdad moral y legal completa a los gays y las lesbianas; nuestra fe cristiana, sigue la (usualmente apasionada) refutación, nos lleva a adherirnos, sobre todo, a la Palabra de Dios.

La compasión por los demás es la piedra angular de la ética cristiana; la Biblia es la base de la fe cristiana. ¿Qué cristiano podría elegir entre las dos?

La respuesta es que no se le pide a ningún cristiano que haga esa elección. Es una falsa dicotomía que por un lado está el texto de la Biblia, y por otro la igualdad completa para la gente gay y lesbiana. Dios no podría pedir o esperar que los cristianos eligieran nunca entre su corazón y su fe.

Reconciliar a la Biblia con la aceptación sin reservas de la gente LGBT no requiere que descontemos nada de la Biblia, que la refundamos, la deconstruyamos o reinterpretemos. Lo único que requiere es que leamos esos pasajes de la Biblia donde la homosexualidad es mencionada con el mismo cuidado con el que leeríamos cualquier otro pasaje del libro.

Podemos confiar en Dios; podemos confiar en que Dios es cariñoso.

Y podemos confiar en que nosotros podemos – y que ciertamente deberíamos- tomar a Dios, en este asunto, como en todas las cosas, por su Palabra.

Defendiendo a la comunidad LGBT.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora