El único argumento para defender eso es que cada uno hace con su cuerpo lo que cree conveniente o lo que siente y nadie es quien para meterse en la cama de los demás a decirle lo que ha de hacer, es decir, que llegado el momento mi cuerpo es mío y hago con él y con quien lo que me apetece mientras no dañe a nadie, es tan simple como eso.
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Defendiendo a la comunidad LGBT.
De TodoCómo defender tus puntos de vista sobre los derechos de los homosexuales.