Capítulo Único

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Esta vez les traigo un One-Shot que hice para un reto de la comunidad de Yuri On Ice en Amino :) Me base en la canción "que me alcance la vida del grupo Sin Bandera" No me olvido que pronto tengo que actualizar mi  otra historia de YOI, la cual si todo sale bien no tardare en hacerlo y si eso pasa quizás sea solo un día de atraso n.n  Como siempre, las imágenes y YOI no me pertenecen, sino a sus respectivos creadores, yo solo me inspiro y creo historias. Espero que les guste n.n También les dejo la canción para que la escuchen mientras leen ;)

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Desde la primera vez que sus miradas se dirigieron hacia el otro habían caído inevitablemente enamorados. No había palabras que fueran capaces de definir lo que ambos sentían, sin embargo los ojos chocolates y azules cual cielo brillaban de una manera única, diciéndose todo y a la vez nada, sin necesidad alguna de pronunciar algo con sus bocas.

Desde que se conocieron habían pasado años de sus vidas llenándolos con tantos momentos de felicidad que ningún álbum podría mortalizarlos. Los sucesos tristes eran tan pocos que se los llevaba el viento y se perdían en el tiempo... No había nada que no pudieran superar.

Siempre estaban juntos, demostrándose una y otra vez cuánto se apreciaban y necesitaban. Su amor era tan claro y puro, cualquiera que los vieran lo notarían. La pareja parecía vivir en su propio mundo de fantasía, la pasión e imaginación de estos a la hora de demostrarlo en su patinaje atrapaba a cualquier espectador.

Su conexión era tanta que tan sólo con mirarse adivinaban cada deseo que tuvieran y no dudaban en cumplirlo ¿Cómo no hacerlo sabiendo que te lo pide la persona que uno más ama? Cada caricia, cada beso y miradas llenas de sentimientos, tanto amor, compresión y paciencia que se tenían ¿Podía ser humano lo que se daban el uno al otro? ¿Cómo regresar todo eso? ¿Cómo saber que era suficiente si lo que sentían por el otro era una emoción infinita?

Yuuri le demostraba a su pareja de una forma única su amor, sacándole el aliento a Víctor. Esa seguridad que el pelinegro mostraba a la hora de patinar, lo que hacía que por nada del mundo pudiera apartar su mirada de él. Ese japonés era la perdición para el peliplateado, quién no le parecía suficiente el amor que le daba al dueño de su corazón. Pedía a Dios que le alcanzara la vida para regresarle un poco de lo mucho que le daba.

El peliplateado estaba eternamente agradecido con Yuuri, quién lo había sacado de esa soledad que lo consumía, rompiendo su rutina, llenando ese vacío que por tanto tiempo había sentido. La fama, dinero y esa extensa colección de medallas nunca podrían alegrarlo como lo era pasar tiempo con el pelinegro. Nada del mundo superaría la sensación que le daba despertar a su lado y el calor que sentía en su pecho con cada muestra de cariño que japonés le daba.

Para Yuuri, Víctor era como un ángel, quién lo había cautivado con su patinaje desde pequeño y el cuál tiempo después lo había alejado de esa oscuridad que había caído por su depresión. Él nunca había sido una persona segura de sí misma, le faltaba confianza y de cierto modo creía que era un cobarde e inútil.

Pero con el peliplateado todo era diferente, gracias a su luz, calor y cariño que siempre le brindaba le hacía sentir que no era él. Por Víctor obtuvo esa confianza que creía perdida para siempre, ahora no temía perseguir sus sueños, caerse y volver a levantarse, más sabiendo que Víctor siempre estaría ahí extendiéndole la mano para ayudarlo a levantarse.

Esperaba que le alcanzara la vida para regresarle un poco de lo mucho que le daba, agradecerle por estar a su lado y guiarlo para que no se perdiera en sí mismo. Quería decirle todo lo que sentía gracias a su amor, lo que le provocaba cuando lo miraba, cómo se sonrojaba al sentir las manos de Víctor sobre sus mejillas y la sensación de que no existía el tiempo cuando este lo hacía.

Con esos pensamientos presente en cada uno, nuevamente se veían preparándose para hacer su programa juntos. Yuuri se veía hermoso en su traje tan azul cual mar y sus ojos brillaban con tanta intensidad que podrían atrapar a quién lo viera. Por su parte Víctor robaba suspiros a cualquiera con su traje similar al del pelinegro, pero de un color violáceo, la sonrisa presente en su rostro podría alumbrar cualquier lugar cubierto por la oscuridad.

Entonces como tantas veces, cada par de ojos se perdieron en el otro, fusionando azul con marrón ¿Cómo ignorar lo que sus miradas trasmitían? ¿Cómo ocultar esos sentimientos que los invadía? ¿Podían enamorarse todavía más el uno del otro?

Llamamos amor a todo lo que está sobre el hielo y eso era lo que siempre la pareja de patinadores iba a demostrar. Entonces antes que el programa empezara les fue inevitable unir sus labios con los del contrario y dejar que su alrededor desapareciera. Una sonrisa y mirada cargada de cariño fue lo que dedicaron ambos, para que luego la música inundara sus oídos y los dos comenzaran a danzar sobre aquella pista congelada. Esa no iba a ser la última vez que realizarían un espectáculo que nadie podría dejar de ver.

Tantas maneras tenían Víctor y Yuuri para decirse que se amaban, esa conexión tan fuerte que poseían como si fueran almas gemelas. La pareja no querían perder eso, el tiempo juntos nunca iba a ser suficiente y querían desde lo más profundo de sus corazones que si volvieran a nacer poder estar nuevamente juntos.

Fin ♡

Fin ♡

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"Que me alcance la vida" One-Shot- YOI- VictuuriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora