Capítulo 4

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Sus ojos estaban siguiendo cada uno de mis movimientos, si ya me sentía observada antes, ahora aún más, pues hay que añadir a las chicas que me miran con odio por haber bailado con el príncipe heredero de exclusiva. Ahora que lo pienso, si es bastante raro que de todas las chicas me haya puesto en primer lugar para bailar. Quiero pensar que es porque su padre y él mío se llevan bien, aunque en este momento se encuentra bailando con una de las chicas más solicitadas de esta última temporada, Julianna, es una belleza eso sí pero su personalidad le quita todo lo bueno a esa cualidad suya. En su tiempo fue novia de Zac y conocerla no fue nada bonito, quizá sea por su arrogancia o mal genio que no llego a nada serio con él.

Jordán con su sonrisa pícara está caminando hacia mí ahora mismo, había estado hablando con quién fue el primer amor del príncipe Erick, en otras palabras, la chica que dejo por comprometerse. Hay mucho detrás de esa historia, una de las versiones más creíbles es que los obligaron a separarse porque ella no estaba a la altura de la familia real. Aquí hay que aclarar que, estos noviazgos no soy para nada oficiales, solo se les llama así cuando comienzan a salir con alguien para que sepan las demás personas la otra que esta "ocupada". Cabe mencionar que yo he tenido algunos noviazgos que no llegaron a nada, por el hecho de que no soy fan del matrimonio.

Desgraciadamente para mí, Jordán no era el único que venía decido por una charla, sino que Hernán, parece no querer darse por vencido. Y es aquí tengo que decir que, con la llegada de los príncipes, los demás chicos pasaron a ser decorado.

Zac fue llamado por mi padre para hablar con un empresario y su hijo sobre una posible compra de acciones y otras cosas más, por lo que estoy literalmente sola junto a la mesa de bocadillos deseando desaparecer antes de que alguno de los dos llegue a donde estoy.

Pero mi suerte el día de hoy va de mal en peor.

- ¿Qué haces tan sola señorita? -Jordán estaba dispuesto a tontear conmigo hoy- ¿Se ha ido el perro guardián?

-Tiene otros asuntos pendientes-dije riendo un poco, es la primera persona que llama a Zac perro guardián y la verdad que hace gracia.

-Aun así, es algo descortés dejar sola a una dama...-se acercó más y me susurro al oído- más aun habiendo tantos despechados pasados de copa.

Mire alrededor y prácticamente todas las miradas masculinas estaban puestas en nosotros, tenían razón claro está, pero no podía culpar a Zac por dejarme sabiendo lo pesado que es mi padre cuando se trata de la empresa. Lo bueno es que mi madre se ha quedado lejos hablando con sus amigas y no me ha presentado a nadie más.

-Amelia ¿Quieres bailar conmigo? -la cara de Hernán estaba roja por el alcohol consumido y se podía notar en su semblante que no estaba muy bien.

Iba a negarme cuando Jordán me colocó detrás suyo y con una mirada para nada amigable dijo:

-Lo siento, ella está conmigo ahora- tomo mi mano y viendo a la cara dijo- ¿Vamos?

Le seguí la jugada y nos alejamos de allí dejando a un Hernán aturdido y a varios con la boca abierta. Bien no era la más bonita del lugar eso está claro, pero mira que ha bailado conmigo el príncipe invitado y ahora su hermano me salva de rechazar a un ebrio, menuda suerte. Pues verás que no.

-Lamento eso-dijo al cabo de unos minutos cuando ya estuvimos fuera de la vista de todos.

Me llevo al jardín, no era para nada una buena idea, pero dentro de todo no estuvo tan mal ¿O sí?

-Descuida, le ahorraste la escena de ser el ebrio insistente-dije riendo un poco, más que nada para que la situación no se pusiera tensa.

Para mi suerte el río también y me dio un golpecito amistoso en el hombro.

-Menuda rompe corazones-dijo a modo de broma- comprendo completamente al perro guardián.

-Ya deja de decirle así, te oirá y su opinión de ti no mejorará-le advertí entre risas.

Nos la pasamos un buen rato riendo de tonterías, y es que este chico es más agradable de lo que parece, hasta a Zac le caería bien si lo viera ahora.

-Creo que deberíamos volver, la fiesta acabará pronto-dije ya sintiendo el frío de la noche.

-Tienes razón-dijo con un tono un tanto extraño- realmente me hubiera gustado que fueras para mí.

Se fue allí, dejándome con la palabra en la boca. Más que eso era una duda enorme que me comía por dentro ¿Qué quiso decir con eso? ¿Qué hablaron con mi padre cuando estaba bailando con su hermano? No me espere mucho y entre de nuevo al salón, Zac me estaba buscando con la mirada, se notaba preocupado... algo sabe.

Fui hacia donde estaba y me encontré con la sorpresa de que el rey de Andorra y su reina estaban hablando muy amenamente con mis padres. No, esa imagen no me gusta para nada. Antes tenía la idea de que tenían una hija en edad de casarse, pero con lo que me dijo Izan, eso no es posible. Solo hay dos opciones: están hablando de trabajo o de matrimonio.

Mi familia es poderosa económicamente y hubo un momento en que estaban a nada de meterme en un matrimonio por conveniencia y no solo a mí, a Zac también y dos veces. Pero las chicas se llevaron una decepción al ver que él no se comprometía como ellas querían, y en mi caso Zac se encargaba de alejarlos, como no imponía yo ninguna objeción los candidatos se esfumaban.

-Zac ¿Qué sabes? -dije ni bien me acerqué lo suficiente- dímelo por favor.

Su mirada decía todo, pero necesitaba oírlo de sus labios.

-A ellos les agradas-dijo refiriéndose a los reyes- en especial a la reina, sí las opiniones de sus hijos sobre ti también son buenas... ya sabes.

- ¿Qué? ¿Tan rápido?

-Tú sabes cómo son, no hay nada definitivo y va a tener que pasar un tiempo considerable antes de que sea cien por ciento oficial. Pero todo indica que eres la favorita.

Imposible, solo crucé dos palabras con ellos, no pueden decir que les caí bien por eso. Demonios aquí hay truco de mis padres, ¿Qué supone que voy a hacer ahora?

Hola =) sé que es un poco corto, pero es porque mañana subiré otro a lo largo del día =)

Gracias por leer y no olviden votar y comentar =)

La Obsesión del PríncipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora