Las aventuras de Butt siendo mascota de Ravi

El regreso.

  Ya ha pasado mucho desde que Wonshik me ha visitado. Diría que me he olvidado de su rostro pero los abuelos tienen un millón de fotos y vídeos sobre él que se me es imposible. Al parecer sale mucho en esa cosa cuadrada con luces y formas por lo que sus padres lo ven mucho. Yo sólo como, aunque de vez en cuando la abuela me ha pillado demostrando interés en Ravi, diciendo cosas como: "Ay, cariño... Traserito extraña a su papi". Tal vez tenga razón señora.

— ¡Traserito! ¡Mira quién llegó! —exclamó el abuelo a lo que fui corriendo. Ya sabía quien era, ese olor a duchas de cinco minutos había quedado impregnado en mi memoria. Cuando vi a mi amo en la puerta me apresuré a atacarlo. ¿Cómo puede ser que me dejara tanto tiempo? Me sorprendió ver que se hayaba feliz con lo que le hacía. Al parecer pensó que lo estaba recibiendo animado y contento. Sí, lo extrañaba mucho pero eso no quita mi enojo.

— Ay, mira como te saluda, hijo. Seguro te quiere mucho —¿por qué los humanos mal entienden mis acciones? Le quiero pero ahora sólo espero dejarle marcas.

— Seguro está enojado, lo he dejado por mucho tiempo aquí. ¿O no Traserito? —me sorprendió que Wonshik supiera como me sentía. Pare todo movimiento haciéndolo sonreír. ¿Me ha leído la mente?—. Te he extrañado mucho, mi querido cachorro.

  Yo también te extrañé mucho, Wonshikie.