Yifan se quería morir.
En cuanto la puerta se cerró y el piso se quedó en completo silencio, le recorrió una sensación horrible por el cuerpo. Cuando se dio cuenta, volvía a ser él. Dos piernas, dos brazos, manos y todo en pelota picada.
Se pasó una mano rápida por el pelo, la frente, la nuca y la boca. Todo estaba en su sitio. No había pelos largos saliendo de cada poro de su piel. No le salía nada extra por encima del culo. Sólo le dolía una pierna porque el mueble en que estaba sentado se había volcado y había hecho que se comiera el suelo literalmente.
Se miró las manos y adoró tener dedos, uñas, la fea cicatriz que siempre le miraba mal al despertarse. Los lunares y los restos de picaduras de mosquito.
Se levantó y fue al baño porque aquello tenía que haber sido un sueño muy muy malo. Algo le debía de haber echado Luhan a la jarra del café y le había producido una alucinación demasiado realista. Sí, eso tenía que ser. Se miró en el espejo. Se estiró la piel de la cara, los labios, observó los dientes, los ojos. Quizás se estaba volviendo paranoico pero temía que en cualquier momento el mundo volviera a convertirse en algo enorme y él en una bola de pelo.
No me he convertido en gato. No. No.
Imposible. Improbable. Una alucinación.
Estás cuerdo, Yifan.
Se sintió muy incómodo de repente ante su clara desnudez. Apartó la mirada del espejo y buscó algo que ponerse. Si entraba Yixing y le veía así, se iba a estar riendo de él por el resto de su vida. Por mucho que adorase su risa, no lo soportaría.
A lo mejor la lluvia ya era lo suficiente radiactiva que había alterado su juicio. Nunca le había gustado esa lluvia.
Un trueno resonó al segundo siguiente. Como si un dios ahí arriba se quejara de su opinión.
Intentó colar una pierna en uno de los pantalones de Yixing. Bien por el ancho, pero le quedaban ridículamente cortos. Menos era nada. La sensación de tener la piel cubierta le dejaba más tranquilo. La camiseta fue más de lo mismo.
Una vez vestido, el estómago le rugió y Yifan se sintió un poco más miserable. Con suerte Yixing traería algo y podría hablar de lo que fuera que había ocurrido. Seguramente todo había sido un mal sueño. Quizás se había quedado dormido en su casa, se había despertado completamente desnudo y Yixing había salido voluntariamente al exterior.
Todo muy lógico. Bravo, Yifan.
Desvió la mirada hacia el trapo de cocina en el que Yixing le había envuelto y había dejado encima del sofá. Una sensación agradable se le alojó en el pecho. Puede que hubiera disfrutado un poco de aquel gesto y de todas las miradas y sonrisas que le había dedicado Yixing en el sueño; de la manera en que le había acunado en esas manos de dedos finos.
Sueño. Sueño. Sólo ha sido un sueño, Yifan.
El gato que tuviera sería muy afortunado. Muerto de hambre, pero afortunado. Ojalá él pudiera convertirse en uno para que Yixing le hiciera tanto caso.
Pensándolo mejor, no.
Valoraba mucho su cuerpo, su cara y su pelo.
—Yixing, vuelve pronto —murmuró.
Se dejó caer en el sofá. El pantalón se le clavó de manera incómoda en la entrepierna ante la posición.
Se llevó una mano a la cara y suspiró, tumbándose de lado para destensar la tela.
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[kray] Kitty, cat, 바라방!
FanfictionLa próxima vez, tiraría a Yixing al pozo de los deseos. Cat!au/Kitty!au.