Un beso.
La opción de Luhan sonaba ridícula a más no poder, pero toda esa situación estaba teñida con ese adjetivo desde el primer día. Era absurda, imposible, improbable, y demasiado agradable con las yemas de los dedos de Yixing acariciándole la barriga.
Yifan no pudo evitar el ronroneo que le retumbó por todo su escueto cuerpecito peludo.
Los gatos vivían en el maldito paraíso.
En otra vida, puede que quisiera ser uno. No en esta. No. Quería volver a ser él mismo: cejas, pelo, piernas largas y culo de carpeta, como le gustaba puntualizar al demonio de Luhan. No quería seguir estando rodeado de pelo de la cabeza a los pies, el mismo que le poblaba la garganta tras cada sesión a lenguetazo limpio que le dejaba el pelo más negro y brillante del universo. No, no quería seguir siendo un gato toda la vida, a pesar de sentir los labios de Yixing hundirse en el hueco del cuello de manera demasiado agradable, ni su respiración cálida en la punta de los bigotes, ni los dedos rascándole en un punto debajo de la mandíbula que le hacía cerrar los ojos y le llevaba al mismísimo nirvana gatuno.
Maldita sea.
Céntrate, Yifan.
Ya.
YA.
Beso. Sí, eso. Un beso. Los labios de Yixing en roce con los suyos y... dios, era una posibilidad con la que llevaba años pensando. Se había imaginado de mil maneras cómo sería besar esos labios tan tentadores, delinear la curva del inferior y rozar con los dientes el superior; notar como Yixing reaccionaba de manera lenta para al final unirse a esa unión inocente, preludio de mil cosas que era mejor no aventurarse a imaginar porque, ¿cómo demonios iba a conseguir besar a Yixing?
Bésale y punto, idiota, escuchó que le decía una voz en su mente que sonaba demasiado parecida a la Luhan.
Yifan ronroneó ante otra caricia.
Estaba condenado a ser adorado por Yixing.
A cambio de que me odie, se recordó.
**
Los días seguían pasando sin noticias.
Yixing parpadeó, soltó un suspiró y siguió mirando fijamente el techo marcado de siluetas pintadas con la luz del atardecer.
—Me estoy volviendo loco —murmuró, con el móvil en la mano a la espera de una mínima vibración, de la luz acusadora de notificación que, cada vez que se iluminaba, le daba un soplo de esperanza que se desvanecía en cuanto encendía la pantalla.
»Lu-ge: Te van a salir setas en la cabeza, Xing.
»a lo mejor me crece un parque jurásico
»Lu-ge: de verdad que no entiendo tu mente a veces
»sabes de Fan?
»Lu-ge: ... oh, alma lastimera, que clama por su amado
»ge
»Lu-ge: abraza a tu bicho y callate
»hmph
»Lu-ge: nunca pensé que diría esto
pero eres más pesado que ese cuatro patas
»que fanfan?
»Lu-ge: que mi culo
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[kray] Kitty, cat, 바라방!
FanfictionLa próxima vez, tiraría a Yixing al pozo de los deseos. Cat!au/Kitty!au.