Capítulo 30

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  Karol Sevilla


Pensaba que estaba en sueño, veía como la lluvia golpea el cristal de la ventana del coche de Ruggero, recordé el beso, el concierto, como me defendió, podía ser cierto? Tanta felicidad en mi vida? voltee a ver a Ruggero, tan guapo, tan perfecto, mi mirada se desvió hacia sus muñecas. Tenía Cortes, deslice mi mano hacia mis muñecas, cortes como los míos


-Ángel?-me dijo Rugge sacándome de mis pensamientos- Estas bien?

-Ah?.....Este si, solo que-suspire- quiero que siempre estés conmigo, ayudándome a superar mi pasado

—tu y yo juntos por siempre, Te lo prometo

—Pero-Suspire-todo el mundo rompe sus promesas...

—Bueno, yo no formo parte del mundo

Sonrió, tomo mi mano y la beso

-Creo que es momento de regresar no?-Me sonrió

-Claro-. Había olvidado que me había ido de mi casa, y que estaba en la casa de Agustín

-Ruggero-dije en voz baja

-volteo a verme- que paso

-Cr...creo que debo de volver a casa

Ruggero suspiro, triste- Esta bien-sonrió-lo que quiera mi ángel

Tomo dirección hacia mi casa, comencé a tener sueño y me quede dormida

-Ángel- La voz de Ruggero me despertó

Comencé a visualizar lo que había a mi alrededor, mi casa... pero había un coche estacionado en la entrada

-Habrá llamado a la policía?-pregunto Ruggero preocupado

-No, no creo, me tengo que ir

Cuando iba a bajar Ruggero jalo mi brazo y me atrajo hacia el sentí su aliento topando con el mío, por dios, mis manos estaban temblando, mi corazón tambaleándose de más, Él no renunciaría y me asustaba lastimarlo porque él me importaba y mucho. Tomo más firme de mi mejilla, llevando el frente de mis labios hasta él, tocándolos delicadamente, sin prisas, pero con el cariño profundo que me daba día con día

Ruggero me sonrió-. Suerte amor.

¿Qué? Esperen, ¿cómo me llamo? comencé a temblar más de lo debido y antes de desmayarme, me baje del coche y comencé a caminar hacia mi casa, por dios, algo revoloteo en mi estómago haciéndome sonreír.

Escuche como el coche de Ruggero se alejaba y entre a mi casa...

Tal vez debí haberme ido a la casa de Ruggero, y no volver nunca a mi casa...

*****

¿Alguna vez has corrido rápido para evitar algo?
¿Alguna vez te has sentido tan importante para no poder intentar parar algo?
¿Alguna vez te has arrepentido de no haber dicho algo?
¿Alguna vez... Has empezado una pregunta con estas palabras?

El aire me faltaba, no sabía si me iba a desmayar, mis ojos se comenzaron a llenar de lágrimas, no debía de haber vuelto, me tendría que haber ido con Ruggero, mi cabeza comenzó a darme vueltas, él estaba ahí, su rostro, sus facciones, un poco más grande que lo recordaba pero era el, mi papá

-Hija- estiro sus brazos, tal vez para que lo abrazara

-Lárgate -comencé a gritarle- Vete, no te quiero ver

-Karol tranquila soy yo...

-Claro que eres tú, el que me hizo una promesa lo recuerdas?-mis ojos estaban llenos de lágrimas- lo recuerdas-le grite-que nunca me dejarías

-Hija...

-No, tu no, no debiste de haber vuelto, te tenías que quedar donde estabas, lejos de mi, de mi mama de todos, lejos de aquí.-se me hizo un nudo en la garganta- con tu otra familia

Subí las escaleras corriendo, mientras mi papa me gritaba para que bajara, pero que pensaba que lo iba perdonar después de 6 años que me dejo.

Azote la puerta de mi recamara y le puse seguro, él no puede estar aquí- comencé  a repetirme en mi mente- el no está aquí- tenía ira, tristeza recorriendo todo mi cuerpo.

Comencé a aventar todas mis cosas, no podía dejar de llorar, me deje caer en el piso y hundí mi cara entre mis rodillas

-Vete, déjame, déjame

Comencé a golpear mi cabeza contra la puerta, las lágrimas no dejaban de salir, La noche se sentía tan pesada, vacía, sin nada para mí, el significado del día a día para mí estaba acabándose, las heridas que se formaban en mi cabeza crecían a cada segundo y mi cerebro se quemaba cada vez que buscaba una respuesta para mis propias preguntas, lo que me llevaba a limitarme a solo quedarme callada, enviando todo al vació así como mi vida.

Tire un suspiro, mientras sentía la mucosa de mi nariz correr, más algunas pequeñas lagrimas más.

Escuchando mis propios gemidos, ante las culpas, el dolor pesado sobre mi corazón, ¿aún lo tenía? ¿seguía vivo? Me lo preguntaba, después de tantos golpes en mi cabeza podría sobrevivir, era como si pusieran sal a cada una de ellas cuando me recordaba las mentiras que yo misma generaba, jamás lo imagine...

-¿Puedo seguir?

Pregunte poniéndome de pie rápidamente ante el terrible mareo que comencé a presentar, mi cabeza comenzó a latir más y mi cuerpo no cedía a estar mejor, las náuseas incrementaban, corrí hasta la puerta, dándome el tiempo rápido para abrir.

-¡Papá!-grite buscándolo-. ¿Dónde estás?-porque lo buscaba a el y no a mi mama?

Corrí por las escaleras queriendo llegar a la sala, enviando un escalofrió y un hormigueo por mis palmas, sentí la boca seca, mis pies confusos seguían caminando, mi cabeza zumbaba pero tenía que llegar.

-Papá -le hable lento, sintiendo el sudor caer por mi frente-, papá te necesito.

Mis pies se entumían, mi cabeza daba vueltas y sangraba, el mareo seguía, mi cuerpo estaba tanto ligero como pesado, mis huesos parecían aplastados por una manada.

Me perdí por completo después, enviándome a la inconsciencia total  

How To Save A life/Ruggarol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora