TaeHyung hacia todo tipo de preguntas a Jungkook, él no lo soportaba ya que no estaba acostumbrado. Su paciencia estaba por terminarse,pero su compañero era buena gente con él,por un momento no sentía las ganas de sentir esa sensacion de la sangre recorrer sus manos ni escuchar los lamentos de sus víctimas día a día. Había tomado mucha confianza en el como si la vida tratase de ponerle algo bueno por fin y le estuviera brindando felicidad.
–¿Cuántos años tienes? Supongo que serás mayor que yo.
Jungkook junto sus manos entrelazándolas y miró fijamente a TaeHyung.
–Diecinueve
Este mencionado escupió el líquido que tenia en su boca. JungKook se limpió la cara con las servilletas que el restaurante ofrecía,paso el pedazo de papel por su rostro para después hacerlo bola y dejarlo a un lado en la mesa. Los ojos de TaeHyung se abrieron a tope,su cara de sorpresa no se la podía quitar fácilmente.
–¡Va chico! No creo que tengas esa edad.
–¿Tú?
–No es tan difícil de adivinar,ya que la mayoría siempre lo descubre,dime ¿de cuánto paresco?
–Ni idea.
–Tengo veintiuno.
–No pareces de veintiuno.
–Y tu no pareces de diecinueve,te ves más grande.
Los minutos pasaron al igual que las preguntas,nunca había hablado tanto hací desde aquel incidente. JungKook no era el típico chico que lograba superar algo tan rápido,el aún seguía dolido por ese traumante suceso que hasta la fecha sigue con ese remordimiento y esa sed de venganza.
La carretera estaba sola,sin algún alma vagando por el lugar,el paisaje se veía algo grotesco si pusieras demasiada atención: como si fuera una película de terror. Los árboles sacudiéndose agresivamente,las luces parpadeando,solo faltaba que un asesino apareciera de la nada y lo persiguiera. Bueno el asesino ya estaba y era él.
Cerró la puerta y los ladridos de Donut se hicieron presentes,movía de un lado a otro la cola una y otra vez. Jungkook cargo a su pequeña mascota y esta paso su lengua por la mejilla de su dueño.
–Oh amigo ¡no!– el perro volvió a ladrar y una sonrisa se presento en el rostro de Kook.
Después de un rato viendo la televisión, JungKook se aburrió más y más lamentablemente todos los días eran así en la vida de nuestro querido Jeon, solitarios. Tenia por ultima esperanza que Donut cambiara un poco su rutina y mejorar esos días tristes y grises. Subió las escaleras para llegar a su habitación entusiasmado por dormir plácidamente. Ese deseo de asesinar volvió,al igual que las voces que perturbaban,necesitaba escuchar los plañidos de la gente al ser mutilados,sentir el líquido rojo pasar por sus manos y admirarla con tanto entusiasmo. Rápidamente busco en su closet la ropa que siempre usaba,es como si fuera un evento formal,el así lo veía. Con la mirada buscaba a una persona afortunada de caer en su maldito juego,como en la antigua noche,no había nadie que despertara ese interés de jugar. Desepcionado miro hacia abajo,sin ningún temor a estrellarse con otro auto o algún poste,unas risas de varios chicos se escucharon,fue el momento en donde elevó su cabeza y los observó tras la máscara, eran tres para ser exacto y al parecer estaban borrachos o su actitud era algo alocada. Su auto quedo estacionado frente a los chicos y al parecer a ellos no les importó,pero cuando vieron al hombre conejo fue lo contrario,sus rostros de sorpresa hacían que JungKook sintiera satisfacción.–Disculpa,falta aún mucho tiempo para la noche de brujas.
Uno de ellos habló,y todos los presentes comenzaron a reír,el puño del maknae fue a dar a la cara del sujeto desorientándolo un poco,los demás trataron de golpear al conejito pero este fue más hábil,como si una fuerza sobrenatural se apoderara de su cuerpo en ese momento.
–¡Vamos Junior! No te quedes ahí,golpea al tipo ridículo.
Esta vez habló el chico de la mascarilla negra,que a miles de kilómetros se podía notar que era TaeHyung. Prácticamente sus ojos lo delataban.
El chico de la mascarilla recibió un golpe en la cara,mareandolo un poco.
Cerró la puerta de su casa fastidiado,no se encontraba en buenas condiciones para jugar con el cachorro, este le ladraba y hacia todo para llamar su atención. Sin embargo nunca logro que JungKook volteara siquiera a darle un vistazo. La puerta de su habitación se abrió y él entro,el pequeño animal subía las escaleras como podía,Jeon pensaba que Donut no tenia la culpa de nada,así que espero a que llegara a su lugar para tomarlo en brazos.
El perro emocionado lamia la máscara destrozada de Kook.
–Hola Donut,soy el señor conejo.– un ladrido por parte del perro se escucho,JungKook sonrió y dejo a su mascota en la cama,se fue desvistiendo para tomar un buen baño.
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Oh Dear Partner.
Teen Fiction-Eres prácticamente un mentiroso,pero aún así no puedo arriesgarme a dejarte ir. Esas fueron las palabras que el joven dijo antes de marcharse de ese lugar.Él joven Jeon solo se quedó petrificado en ese lugar sin mover algún músculo,no quería dejar...