Prólogo

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Dicen los sabios, que lo primero que existió en el mundo que conocemos hoy fueron flores.

La primera flor era el jazmín. Y su perfume inundaba cada recóndito espacio de color...

La seguían entre otras una flor de melocotón, una rama de fuchsias, una flor roja junto a un azahar, una bouganvillea, un hibiscus, un girasol y un nanufar. Cada una mecía amorosamente el aroma del jazmín... sin prisas, constante... eterno...

El legado de una diosa, o la ilustración de una verdad alterna. Para los sabios, éso era amor.

Para mi, lo primero en existir, fue tu mirada apasionada. Levantó mi cuerpo tu primer suspiro, y el último mío será cuando tus ojos se cierren.

Eres mi inicio, entre esas flores.

Y eres mi final.


E.


La transiciónWhere stories live. Discover now