Habían pasado 3 horas después de haber hablado con ese chico.
Seguidamente pensaba en todo lo que me había dicho.
Al final, decidí comprobar si me estaba tomando el pelo o no.Al salir de clase, volví con Marta hacia la casa.
Cuando íbamos rumbo hacia su casa, tuve que contárselo.-Marta,-
-¿Si?- Miraba al suelo mientras seguíamos caminando.
-Hoy cuando he ido a por la hoja, me he encontrado con un chico.-
-¿Y qué pasa?- Me miró confundida.
-Dice que vivía en el árbol en el que estaba descansando.-
Al escuchar esas palabras fuera de mi mente, parecía bastante ridículo, por lo que me sentí un poco avergonzada.
Al ver la cara de Marta, vi que también lo vio como una simple tontería.
-Pero Sara, ¿no ves que te estaba tomando el pelo?- Decía entre pequeñas carcajadas.- ¿Como va a vivir un chico en un árbol? Ni que fuera una ardilla.
-Pero Marta, es que parecía muy sincero...-
-Ay...- Suspiro con una pequeña sonrisa.- Te queda mucho por aprender de los chicos "pequeña Sara"- Dijo dándole unas palmaditas en el hombro.Le devolví el suspiro y volvimos a casa.
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Miércoles.
Me desperté y bajé a la cocina, donde estaba mi tío cocinando.
Me senté en la mesa en silencio, ya que estaba abarcada en los pensamientos de lo que pasó ayer.
-¿Es que ya ni si quiera me saludas?- Dijo poniendo el desayuno con una falsa cara de tristeza, que apareció en unos segundos su sonrisa habitual.
-¿En qué piensas?- Se sentó delante mía mientras se acomodaba en la silla.
-Es que es una tontería...- Decía mientras comía una gran cucharada de cereales con leche.
-No creo que sea una tontería. Tú no eres de pensar en cosas absurdas. Probablemente en el futuro será algo importante.-
Suspiré y dirigí mis ojos a su cara.
Abrí mi boca pero... Pensé que no sería el momento de decirlo.
-Es que... Tengo que confirmar si realmente se trata de una tontería o no.- Me levanté y le di unos bocados a una tostada. Me limpié bruscamente y cogí la mochila.Me despedí de mi tío y fui otra vez con Marta al instituto.
Pasaron las horas y me volví a encontrar al chico desde la ventana.
Su cuerpo descansaba en el árbol, mientras sus manos estaban encima de su pecho con los dedos entrelazados.
Tenía la cara perdida en sus pensamientos.
-¿Es ese chico?- Me dijo Marta con un tono de picardía.
-¡Ah! Eh... Si...- Dije con nerviosismo.
-Parece mono. ¿Por qué no te haces su amiga y...- Dejó sin terminar la frase, aunque ya se sabía a lo que refería.
-¡M-marta!- Dije pegándole un pequeño empujón, mientras mis mejillas levemente se ruborizaban.
-No me gusta... Y además, ¿El y yo saliendo? No podría alguien como él fijarse en mi...- Dije mientras desviaba mi cabeza y le miraba de nuevo.Después de unas horas, sonó el timbre para ir a casa. Como era miércoles, no volvía con Marta, por lo que empecé mi simple y pequeño plan. Esperar a que se fuera, y comprobar el "supuesto dicho" de que vivía aquí...
Bajé las escaleras y me lo encontré. Aún era normal, ya que la gente salía de las clases, y el simplemente no iba a ellas.
De repente me alerté al escuchar unos murmullos pegados a mi espalda.
Me di la vuelta y un chico me agarró de la camisa y me estampó contra la pared. Era Pablo, otra vez.-Que te creías... ¿Que te ibas a salvar por el subnormal ese?- Me miró desde su gran altura.
-Eres una estúpida, Sara.- Añadió con su mirada fulminante.
Levantó la mano con la que no me agarraba, dispuesto a pegarme. Yo no me escapaba de esta.
Noté el fuerte golpe en la cara. Me mareé y me soltó de seco, mientras mi cuerpo se dejaba caer.
Tan pronto como caía ellos se alejaban al ver a un profesor, que por desgracia no me vio a mi. Mis cabeza daba vueltas mientras mis ojos se cerraban, cuando de repente oí mi nombre...___________________________
Abrí los ojos, y me encontraba apoyada en el árbol más cercano que se encontraba de la antigua escena. Y ese árbol era el de ese curioso chico. Miré la hora. Eran las 20:30
Puse mi mano en mi frente. El golpe que recibí me causó un gran mareo. Me incorporé y miré hacia arriba del árbol, donde aún se encontraba el chico.
-Hola Sara- El mismo chico con el que llevaba pensando todo el día. Este me saludó y lo acompañó con su sonrisa artificial.
-¿Q-que haces aquí? Bueno, más bien, ¿qué hago aquí?- Le miré confundida.
-Ese chico te pegó.- Dijo mirandome a una zona en concreta de la cara, donde inconscientemente la acaricié, y sentía mucho dolor.
-Pero ya no debes preocuparte. Yo te protegeré.-
Desvié la mirada rápida y bruscamente. -No hace falta que me ayu.. ah-- -Hice un pequeño quejido mientras cerraba los ojos con fuerza, ya por la brusquedad del movimiento que había realizado.De repente el agarró suavemente mi barbilla y la giró hacia su rostro.
Mi corazón se aceleró al ver sus claros ojos marrones tan cerca de mi cara.
-¿Q-que pasa?- Dije apartándolo levemente, aunque no hice mucho esfuerzo.
-Voy a aliviar tu dolor, Sara- Dijo seriamente mientras observaba con determinación mi herida.
Posó una de sus manos en mi mejilla suavemente.
Estaba horriblemente nerviosa. No entendía que hacía este extraño chico, ¿Que pretendía hacer curándome una herida con sus propias manos?
-Ahora... Cierra los ojos, Sara.- Dijo con un tono de voz más suave de lo normal.
-P-pero...- Cuando iba a decir algo el ya había cerrado los ojos. La conversación acabó, y simplemente le copié.
Al cabo de unos 30 segundos, empecé a notar como mi dolor se iba de mi mejilla. Abrí los ojos y vi como me sonreía dulcemente.
-¿Ya no te duele?- Preguntó aún sabiendo la respuesta.
-Tu... ¿Quién... Qué eres?- Le miré asombrada.
No creía lo que acababa de pasar.
-Yo soy Zack.- Dijo con su característica sonrisa.
-Pero... ¿C-como has podido hacer eso?- Estaba sin palabras.
-Yo no soy normal, Sara. Yo soy...-
Se escuchó un pito de un coche y miré a mi tío, que me gritaba a que me acercase.
-Me tengo que ir, mi tío me espera. ¿Tu no te vas todavía?- Me levanté y esperé a que se levantara, pero lo único que hizo fue subir al árbol.
-No, ya te dije que vivía aquí Sara.-
Cada cosa que decía me hacía dudar más. ¿Debía creerle?
Mi instinto decía que si.
-Entonces... Adiós...- Me despedí insegura.
-No le digas a nadie sobre esto, Sara. La gente... No nos acepta.-
Asentí con la cabeza, mientras me alejaba de el e iba al coche de mi tío.
-Estaba preocupado por ti. ¿Qué has estado haciendo?- Arrancó el coche mientras me hablaba seriamente mirando a la carretera.
-Lo siento... Yo...- Tardé unos pocos segundos en pensar en algo.
-Me quedé estudiando con un amigo, ya que no entendía algunas cosas... Y se me olvidó avisarte. Lo siento.- Dije actuando lo mejor posible.
Estuvo unos segundos callado, cuando decidió desviar la conversación.
-Está bien. Pero igualmente, no venía a echarte la bronca, sino a revelarte nueva información.- Me anunció con su presumida expresión que hace cuando esta orgulloso de algo.
-Cuéntame.- Le repetí su misma cara con intención de burla.
-Sara...- Me observó fijamente antes de terminar.
-Hemos creado una nueva especie humana en la tierra.-~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
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El Chico Del Árbol
RomanceAño 2050. Sara es una simple estudiante de 16 años, que no tiene una vida fácil, pero día a día soporta la carga de sus problemas familiares y escolares. Un día, la profesora de inglés Olivia pidió un trabajo de inglés, que había que hacerlo en lo...