El Carnaval de las Luces estaba a punto de comenzar, o eso al menos le dijo Kyungsoo a Jongin mientras estaban escondidos en los árboles a eso de las nueve de la noche. "Apenas el sol se meta en el mar, vamos a comenzar" le dijo su novio, mientras le hacía entrega de una lámpara artesanal hecha de una vela cubierta de papel. Él no preguntó más, sólo ya estaba ansioso de que el sol se perdiera de vista para comenzar. Ser parte del acto de la comunidad era hermoso e impresionante. Ver como todo un pueblo se volcaba a poner guirnaldas de papel, tender la red eléctrica hacia la orilla del río para colgar bombillos de colores pintados con témpera por mujeres y niños, a preparar bocadillos, bebidas, dar las instrucciones para el acto y dejarse llevar, era simplemente genial.
Todos se habían puesto una flor de papel en el pecho, pero ellos, los de la isla, debían portar tiras de papel en las muñecas, aparte de la lámpara. Jongin no podía estar más expectante.
- Ya es hora Jongin, escucha atento... - Kyungsoo lo sacó de sus pensamientos, para que observara el lado opuesto del río. De la nada se oyó un ulular, alguien que imitaba el sonido del búho, sonido que dio comienzo a a la fiesta, según lo que le había indicado su novio y la comunidad. De la nada, el ulular del búho empezó a ser acompañado por un compás lento de tres tiempos de palmas, que venían del lado donde río estaba poblado. Saludos de la floresta, de la mano de la que le contaron era la maestra de primaria, estaban los niños, todos con coronas hechas de varillas y flores de papel en la cabeza. En sus manos llevaban barquitos de papel, que pusieron en el río con solemnidad, dejando que éstos fueran llevados por la corriente suave del río Hange, mientras se sumaba el rasgueo de una guitarra. Entonces un hombre apareció tocando una canción suave, llena de nostalgia, con una letra que hablaba del valor de la tierra, de la omnipresencia del mar y como ambos acogen entre sus manos a los habitantes del pueblo, que ahora y siempre se han instalado en el lugar. Él cantó la primera estrofa, la guitarra se silenció en un suave acorde y después de unos segundos de silencio, los niños comenzaron a aplaudir.
- Es nuestro momento... - le indicó Kyungsoo a Jongin, mientras encendía su vela y le ayudaba a su novio con la suya. El compás de tres tiempos de palmas se empezó a hacer más intenso porque fue incrementando por las palmas de los espectadores y el resto de los habitantes. Fue entonces que observó como Kyungsoo comenzó a mecer despacio la linterna, muy suavemente, para evitar que se apagara y hacer camino hacia la orilla, donde estaban los niños y el pueblo, aplaudiendo al compás musical. Ellos eran los "fantasmas". Interpretaban a los espíritus del pasado que ayudaron y ayudan al pueblo a sobrevivir y tener sustento día a día. Pronto llegaron a la orillas, esquivando los árboles y balanceando las luces, y allí la comunidad los esperaba cantando, mientras el hombre rasgueaba nuevamente en su instrumento, la melodía de agradecimiento a la tierra y el mar por las bondades dadas. Jongin miró a su lado y Kyungsoo también cantaba, mirando hacia el frente, reflejándose en su rostro las luces cálidas de las lámparas de papel y ¡Dios! Era un hermoso espectáculo de ver. Cuando la canción terminó, todos aplaudieron emocionados, dando vítores y haciendo a Kyungsoo sonreír. Una preciosa sonrisa acorazonada, adornadas con ojos negros grandes y profundos.
- Bienvenido a mi hogar Jongin... - Kyungsoo le tomó la mano. Y Jongin con ese toque, terminó de sentirse en casa.
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Esa madrugada todo el mundo descansaba luego de haber compartido comida y bebida con el pueblo, refugiándose en una cálida fogata y haber bailado al ritmo de las guitarras y las palmas del grupo de música del pueblo. Había sido enriquecedora y dulce aquella primera jornada, la primera de cuatro días.
La noche estaba silenciosa y todo el mundo dormía, pero un ruido ensordecedor llenó el ambiente, primero como un rugido que fue haciéndose más grave y profundo, junto con una sacudida que comenzó a mover el piso de manera muy suave, despertando a Jongin. El chico despertó y se sentó en cama inflable, pensando que alguien los estaba bromeando y moviendo la tienda adrede. Pero los ojos grandes y nerviosos de Kyungsoo le dijeron lo contrario.

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Amanecer
FanfictionUna noche... Una noche es suficiente para que el pueblo arda y luego se hunda en la más densa oscuridad, apagando todo, arrasando todo. Kyungsoo y JongIn enfrentan la peor noche de sus vidas, una llena de oscuridad, donde la única luz es aferrarse a...