Erase una tarde, la luz del día se opacaba como la de tus ojos destellando sus últimos suspiros en el horizonte.
Algo se detuvo en tu pecho, un algo que dejaba de recorrer por tus venas.
La voz que escuchaba en tu boca se iba desvaneciendo sin ser palabras.
Tus manos que me acariciaban se olvidaron de volar y se durmieron.
Ansiaba que tus labios se quedasen entreabiertos, ese beso, el último debería durar conmigo, debería quedar inmóvil para siempre en tu boca, de este modo me acompañe hasta mi muerte.
Hubiera deseado morirme besando tu boca fría, abrazando tus hojas otoñales perdidos de tu cuerpo, buscando la luz en tus ojos cerrados.
Solo espero que la tierra reciba nuestro abrazo, aquella ves desearía irnos confundidos en una sola muerte y vivir para siempre la eternidad de un cálido beso.
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Sentimientos Escritos
PoetryCada palabra es un desliz, como las gotas de un cáliz que se va revalzando al ser inundado de melancolías.