Por obvia conclusión, yo quedé oficialmente designada como secretaria de El Club Limonada.A diferencia de mis compañeros, a lo largo de mi aparatosa adolescencia nadie me había puesto los cuernos ni me había dicho que no. A mí me ocurría algo peor... nadie me miraba. Era como si una maldición hubiera recaído sobre mí, no me miraban los guapos ni los feos ni los gordos ni los pelones ni los de piernas flacas ni los orejones. Hay muchos chicos y chicas que en algún momento de sus vidas se preguntan sobre su verdadero origen, se acercan con mirada lastimera a sus padres y los interrogan con gesto de preocupación: «Díganme la verdad, ¿soy adoptado?»o «¿Están seguros de que en el hospital les entregaron a su verdadero hijo?». Yo recuerdo que me gané una semana de castigo cuando un día, al regresar de una fiesta en la que nadie me había pedido que bailara (ni siquiera a la hora en que todos hacían trencito), le dije a mi madre: «¿Mamá... prometo no juzgarte, pero,¿estás segura de que mi papá es, efectivamente, mi papá?». Ella me miró con ojos de furia viva y comenzó a sermonearme, a decir que si la ofendía, que si ella era una mujer fiel y honesta, que si yo era una adolescente maleducada y altanera, que si yo tenía la nariz igualita a la de mi papá, que si yo tenía el lunar en el cuello que solo tienen los de la familia Robles.Cuando terminó de dictaminar su sentencia (una semana sin tele), yo le dije: «Bueno... así será, pero a veces a mí me parece que soy la hija del hombre invisible».En fin, este es el diario del club, es la bitácora de esas largas charlas entre Alejandra, Juancho y yo,es la agenda de esos meses en los que descubrí que una mala historia de amor no es lo peor que te puede ocurrir.A veces metes la mano en el bolsillo de un pantalón que no has usado algún tiempo y descubres que allí hay un agujero, y quizá por ese agujero se ha escapado un billete, una galleta o una sonrisa.
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El Club Limonada
Teen FictionEn el mundo hay quienes encuentran a su "Media naranja", pero hay otros que solo han descubierto a su "Medio Limón"... ácido y amargo. Maria, Alejandra y Juancho son tres amigos que, ante su mala suerte en el amor, han decidido fundar El Club Limona...