Alejandra y yo fuimos amigas desde los cinco años.Sí, desde que entramos al jardín de infantes.Recuerdo que el primer día de clases las dos, perfectamente bañadas, perfectamente uniformadas, perfectamente peinadas, éramos dos perfectas lloronas.Lloramos desde que nuestros entristecidos padres nos dejaron en manos de unas señoritas profesoras, hasta cuando volvieron a retirarnos cinco horas más tarde. Teníamos los ojos tan abombados que parecíamos dos sapos en su primer día de escuela. Una semana más tarde seguíamos llorando, ya senos habían agotado las lágrimas, pero aún conservábamos algo de fuerza para los lamentos, los sollozos y para seguir manifestando públicamente nuestro aspecto de niñas abandonadas en un sitio de terror, camuflado bajo el nombre comercial de «Jardín de infantes Gotitas de ternura»
Al principio, las profesoras nos prestaban atención con una actitud que era evidentemente artifi-cial y empresarial. Yo soy la tía Taty, decía una, ya no lloren más, este es un lugar lindo en el que van a aprender y a jugar con otros amiguitos. Luego, ante la constatación de su fracaso, la tía Taty cambiaba su tono de voz y su mensaje: Alejandra y María, ¡cállense ya! ¡Cierren la boca! Si siguen chillando,las voy a encerrar en el cuarto de la calavera.Y bueno, aunque Alejandra y yo aún no habíamos tenido la oportunidad de conocer en láminas o libros el esqueleto humano, la intuición nos decía que la calavera debía ser algo inapropiado para nuestras cobardías infantiles.Fue así como dejamos de llorar, al menos por causas pedagógicas. Pero el habernos conocido en situación de desventura, en aquel antro llamado Gotitas de ternura, forjó en nosotras una relación solidaria muy especial.
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Mañana subire el siguiente capitulo :D
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El Club Limonada
Teen FictionEn el mundo hay quienes encuentran a su "Media naranja", pero hay otros que solo han descubierto a su "Medio Limón"... ácido y amargo. Maria, Alejandra y Juancho son tres amigos que, ante su mala suerte en el amor, han decidido fundar El Club Limona...