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Aunque lo niegue, aunque no lo diga, aunque lo que siento me persiga, me gustas. Una herida que no consigue cicatrizar del todo y que a la mínima mirada de deseo se abre por completo.

Deseos mentales, complacernos, hacer el amor y querernos.

Sucesos que Dios sabe si se cumplirán, que por mucho que calle y piense no pasarán.

Completemos nuestros seres, hagámonos uno,
hacer el amor y querernos.

Somos espinas de los Rosales más bonitos. Nos clavamos, nos hacemos daño, pero somos resistentes a ese daño. No vencerá nuestra lucha, seguiremos siendo espinas, nos marchitaremos.

Te escribo porque a lo mejor siento que te quiero, a lo mejor tu espina me ha comido el cerebro y chantajea a mi corazón. Te me has clavado hasta dentro.

Hagamos el amor y querámonos.

La poesía del Abecedario Donde viven las historias. Descúbrelo ahora