|Capítulo 1|

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La última semana del Dr. Clark en el hospital fue para Meredith una dulce tortura. Había aprendido a respetar y amar a ese señor que hasta cierto punto se había convertido como en un padre para ella. Después de cinco años de trabajar para él, ya se había acostumbrado a su rutina y a sus necesidades lo que causó que se llevarán tan bien todo el tiempo.

Trabajar para él había sido relativamente fácil. Era un hombre honesto, racional, muy familiar y decente. Todo el mundo lo respetaba y sabía que en él se podía confiar plenamente. Así que tanto para Meredith como para el hospital en general había sido una muy triste despedida.

Ahora a ella solo le quedaba esperar a ver quién venía en su reemplazo como su jefe. Rumores circulaban que la cambiarían de sección y la llevarían a emergencias por un par de semanas, cosa que le aterraba ya que jamás fue su fuerte el trabajar bajo estrés o tranquilizando a los parientes de las personas que acababan de entrar a la sala.

Si los rumores eran ciertos solo le quedaría renunciar para empezar a buscar un empleo en una ciudad donde estos escaseaban. O tal vez pudiese aguantar algunas semanas en emergencias hasta que se necesitará una enfermera asistente para un doctor. No estaba segura de que hacer justo en ese momento.

Era el primer lunes sin su jefe, lo que significaba que ese día su trabajo en el hospital cambiaría y solo le quedaba cruzar los dedos para que el cambio fuese a su favor.

"Meredith, el Dr. Gregg quiere que vayas a su oficina" avisó Rose, otra enfermera, con una sonrisa de simpatía al entrar al área de descanso.

Asintiendo con la cabeza, ella se paro de su silla y empezó a caminar hacia la oficina del director del hospital. En ese momento se decidiría su futuro y decir que estaba nerviosa era poco.

Al llegar a la puerta de su oficina tocó tres veces con sus nudillos y al oír la voz del doctor pidiéndole que pasara abrió la puerta y entró a la habitación.

"Buenos días, Meredith" saludó el doctor, "toma asiento, por favor"

"Buenos días, Dr. Gregg. Gracias" contestó tomando asiento.

"Me imagino que ya sabes el motivo de que estés aquí. No quiero hacerte perder más tiempo con explicaciones innecesarias. El Dr. Clark se ha marchado y tú naturalmente tienes que ser movida ha otra sección del hospital. He oído que eres una buena enfermera y asistes muy bien a los doctores. También se dice que no te gusta mucho emergencias por el caos que hay. Aunque normalmente al suceder cosas así las enfermeras son trasladadas a emergencia haré una excepción contigo." Terminó de decir lo que causó que el alma le volviera al cuerpo a Meredith.

Tal vez nada sería tan malo como pensaba.

"Entonces, ¿me asignará algún doctor?" Preguntó esperando oír que sí.

"Sí, efectivamente te asignaré un nuevo doctor. Es su primer día en el hospital. Nadie sabe de su traslado ya que fue muy... Repentino. Te tendrás que cambiar de pediatría, pero seguirás entrando al quirófano." Explicaba el doctor Gregg antes de sacar de su escritorio un par de papeles.

"Es cirujano, supongo" afirmó Meredith.

"Sí, es un cirujano plástico. Muy bueno por cierto. Estará en la oficina que era antes del Dr. Gill. No sé en realidad a qué horas vendrá, pero lo puedes esperar en su cubiculo y cuando llegue entrégale estos papeles" terminó de decir dando por cerrada su entrevista.

Habían muchas cosas que Meredith quería preguntar, pero sabía que sería mejor irlas descubriendo poco a poco. Se levantó de la silla y tomando los papeles que el doctor le tendía salió de su oficina rumbo a lo que antes era el consultorio del Dr. Gill.

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⏰ Última actualización: Jun 10, 2017 ⏰

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