HERMANASTROS

Capitulo 11

Ya estábamos a lunes,era el día que tendría que irme con papá. No quería dejar a Thomas,siento que lo extrañaría más que a cualquier cosa. Está necesidad que sentía por estar junto a él me estaba preocupado, si alguien se llegara a enterar, la decepción de nuestros padres, eso me partiría el alma.

Sacudí mis ideas y baje, Thomas había salido temprano con Augusto y Samo, así que solo quedábamos mamá y yo, mi madre hablaba sin parar, estaba tan nerviosa como yo.

Mi padre llegó y me despedí de mamá con ganas de quedarme con ella. Odiaba a mi padre y estos días serian difíciles. En el camino él hablaba de muchas cosas pero yo solo quería que la tierra me tragara.

Paramos en un supermercado para comprar algunas golosinas y cosas que fueran de mi agrado según él , pero está hipocresía del mejor padre no me sorprendió. Al llegar a casa una señora rubia nos esperaba fuera,era tan refinada y su sonrisa no me daba seguridad. ¿ Que mierda hago aquí?

Bienvenida a casa Gaby,espero te sientas cómoda toda tu estadía - Dijo mi padre antes de bajarnos del auto. La casa era grande, el primer piso solo estaba lleno de espacios neutros, nada que indicará que vivía una familia y el segundo piso era un poco diferente, había algunas flores.

— Gracias —  Respondí.

—  Eres tan linda como me lo imaginaba —  Agrego la rubia mientras me abraza al salir del auto, me lleno de besos como si nos conocieramos .

Estuvimos un rato en su sala hablando de tonterías,no sabía cuantas preguntas más podía responder, los veía muy interesados en saber la vida de mama. Podía jurar que esa relación solo se basaba en lo superficial, en ellos no se veía una gota de amor o agrado, no era como Augusto y mi madre,eran cálidos y su amor siempre se notaba. Me mostraron mi habitación y salieron a una reunión. Vacíe mi maleta,nada era igual que en casa. Esto estaba vacío.

Un rato después la esposa de mi padre subió a buscarme para una cena familiar ¿Acaso eso existía? Mi padre nunca tuvo tiempo para nosotras,era como si mi madre y yo fuésemos unas personas inexistentes en su vida. Sentía rabia al ver como ahora era el hombre perfecto. Su esposa era insoportable con esas miles de preguntas sobre mi vida y mi familia. Los días siguientes transcurrieron igual. Quería que estos siete días pasaran rápido. Todos los días hablaba con mamá y con Thomas, el cual me pregunto cuál era mi habitación,le contaba lo bonita que se veía la luna desde ese balcón.

3 días después...

Me encontraba sentada hablando de la universidad con ellos,me daban consejos o me pedían que viajara, en compañía a estudiar afuera,ni en mi peor sueño lo haría. La puerta de la casa se abrió y llego un chico como de veinte años,era parecido a su madre pero su cara mostraba rebeldía una que daba miedo. Mi cuerpo se erizó y sentí una sensación de extrañeza.

— Hola — Dijo al entrar.

— Hola cariño — Su madre lo abrazo — Ella es Gaby la hija de César.

— Que chica tan linda — En mi cabeza se alarmó algo.

Nos presentamos en la cena,nunca había tenido una conversación tan estúpida como la de esa noche. Me quería ir a mi casa,odiaba este lugar. Paúl pidió a mi padre un permiso para salir a un antro,no quería salir, él no me daba confianza. Pero no quería hacerle el feo. Ya faltaba poco para irme. Mi teléfono sonó después de un rato, camine hasta la parte más alejada de la música mientras que el chico bailaba con unas mujeres.

— Thomas — Dije al responder.

— Hola preciosa — Extrañaba su cara — Te he extrañado.

— Yo también cariño. Ya me quiero ir.