Meanie ❤

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El trabajo en la cafetería es pesado, pero en la tarde se aligeraba gracias a mis 2 clientes favoritos.
Un par de chicos entre los 21 y 23 años, son demasiado guapos, por la poca información que sé de ellos se llaman Mingyu y Wonwoo. Que por cierto estoy muy enamorada de Wonwoo.
Todas las tardes vienen juntos a tomar un café y se la pasan platicando durante un rato y para  después irse. Obviamente la que siempre los atendía era yo. Todos los días justo antes de que ellos llegarán, corría al baño para arreglarme un poco.

Al momento de escuchar la campanita de la puerta principal desvíe mi atención del cliente al que estaba atendiendo para mirar a los chicos entrar, quede totalmente embelesada y me apresure a atenderlos, mi amiga término de atender al cliente de la caja, tan linda ella.

—Buenos días — dije sonriendo.

—Buenos días, pediremos lo de siempre— Contestó Mingyu.

—Un americano y un capuchino— apunté en mi libreta el pedido —En un momento se los traigo — me retiré a la cocina.

Mientras esperaba las bebidas, miraba detenidamente a Wonwoo, eran contadas las veces que sonreía pero cuando lo hacía me daba un sentimiento de estar en el paraíso.

—Lo vas a gastar si sigues mirándolo— dijo mi amiga.

—No me interesa, como puede una persona ser tan malditamente hermoso— dije aún embelesada. Me entrego el pedido y me dirigí a entregárselo.

—Aquí está su pedido, si necesitan algo pueden hablarme.

—Gracias — dijieron al unísono.

—¿Porqué no le hablas? Parece buen tipo— dijo mi amiga una vez que regresé al mostrador

—No sé, con él que más hablo es Mingyu, es quien siempre pide, muy pocas veces he escuchado su voz— dije desanimada.

Ví como se levantaban de la mesa, Mingyu fue quien se dirigió al mostrador.

—26 dólares ¿Cierto? — me sonrió y me tendió el dinero

—Sí, muchas gracias por su compra— sonreí de vuelta.

—¿Puedo hacerte una pregunta?— dijo Mingyu con una pequeña sonrisa de lado.

—Claro — contesté dudando

—¿Tanto te gusta Wonwoo?— dijo fingiendo interés en el ticket de compra

—¿Disculpa?— dije sorprendida, esa no me la esperaba.

—Ya veo— dio media vuelta y salieron del local.

¿¡Qué demonios fue eso!?
Después de eso no regresaron durante 2 largas semanas. Ya no asistía con la misma energía al trabajo, todo se volvió pesado.

—Buenos días — en su lugar empezó a venir un chico llamado Eunwoo, estudiaba en una universidad cercana —¿Cómo estás el día de hoy? — preguntó con su siempre actitud positiva e inocente.

—Bien, supongo— contesté apuntando su orden en la pantalla. Mi amiga me dijo que yo le gustaba y no es como si no me hubiera dado cuenta Eunwoo siempre procuraba que fuera yo quien lo atendiera, casi igual como yo hacía con Wonwoo

Y justo en ese momento como sí de tanto pensar en ellos los hubiera invocado, la puerta se abrió y entraron Mingyu y Wonwoo, y junto a ellos entraron mis ganas de vivir.

—Oh mi dios, oh mi dios, oh mi dios— dije tratando de que mi entusiasmo no se notará tanto.

—¿Pasa algo?— preguntó Eunwoo.

—Sí, ah bueno... Yo... Mi amiga te atenderá — Contesté y rápidamente fui a su mesa a tomar la orden.

—Hola, Cuanto tiempo sin verlos.

—Se presentaron unos inconvenientes, pero ya todo está arreglado — Contestó Wonwoo. Oh mi dios, te amo.

—Ya veo, entonces ¿lo de siempre?— Pregunté lista para apuntar en mi libreta.

—Sí — contestó Wonwoo sonriendome, Estúpido, mis sentimientos, idiota.

—Bien ya vuelvo — dije sonriendo como tonta.

Y esa tarde pasó como antes solía ser, una vez terminado mi turno recogí todas mis cosas y me dirigí a la parada del autobús.

Cuando llegué me senté y me coloqué los audífonos, unos segundos después un chico toco mi hombro, cuando voltee ví el rostro de Wonwoo, rápidamente me quite los audífonos.

—Disculpa las molestia y espero y no pienses que soy un acosador o algo parecido — dijo sentándose a mi lado

—Oh no, claro que no — dije sonriendo

—¿Cómo te fue hoy en el trabajo? — Preguntó.

—Bien— Gracias a tí — El trabajo hoy no fue muy pesado.

—Ya veo — empezó a jugar nerviosamente con sus manos — Yo... Yo sé que no somos muy cercanos ni nada de eso- auch - pero quisiera pedirte un favor— dijo mirándome

—Claro — contesté

—¿Te gustaría ir mañana conmigo al centro comercial? Necesito comprar algo muy especial y no soy muy bueno para las compras — dijo.

—Por supuesto — dije emocionada, Una cita, pensé de inmediato, pero intenté borrar esa idea de mi mente.

—Perfecto!,  pero disculpa, no te pregunte si mañana tenías trabajo — dijo sonriendo

—Oh no te preocupes, los jueves y domingos descanso — dije. No creó que le caiga tan mal saber cuando tengo descanso.

Después de eso se ofreció a llevarme a mi casa y obviamente no iba a rechazar su oferta.

Al día siguiente pasó por mí y nos dirigimos a uno de los centros comerciales más grandes de Seoul.
Sentía que estaba en un dulce sueño del cual no me quería despertar nunca.

—Es aquí — dijo apuntando a una joyería.
¿Qué es lo que querrá comprar?. Miré dudosa el lugar, se veía muy elegante y caro.

—¿Les puedo ayudar en algo? — Preguntó el señor de la caja registradora

—Sí, estoy buscando anillos de compromiso — contestó Wonwoo. Me quedé helada en mi lugar ¿Compromiso?  ¿Qué?

—Oh vaya, ¿Qué tenemos aquí?  Una bella pareja joven — dijo el señor sonriendo.

—No, ella y yo sólo somos amigos — dijo Wonwoo

—Oh yo lo siento — dijo el señor, apenado

—No hay problema — dije tratando de sonreír. El señor fue a buscar anillos de compromiso porque por alguna extraña razón no los tenían en exhibición.

—Yo... El anillo es para... — empezó a hablar Wonwoo.

—Aquí están los anillos — y él señor vendedor lo interrumpió.

Le ayudé a elegir el anillo para la persona que logró enamorarlo. Me sentía fatal pero no lo demostré, no quería que se diera cuenta y sintiera lástima por mí.
Cuando íbamos en el auto camino a dejarme, me confesó que el anillo era para la persona que yo menos esperaba.
Una vez estacionado el auto,  le dí mis felicitaciones y entré rápidamente a mi casa. No podía con mis sentimientos así que salí a caminar sin rumbo.
No sé en qué momento llegué a la cafetería en donde trabajo, atraves del vidrio miré la mesa en la que siempre se sentaba y me entraron unas inmensas ganas de llorar.
Y sin más lo hice, dejé ir toda mi frustración. Empezó a llover y yo aún estaba ahí, parada en la puerta de la cafetería a las 11:40 de la noche llorando por un chico al que apenas conocía.
—¿Estás bien? — Reconocí esa voz de inmediato. Eunwoo.

—Eunwoo— dije entrecortada.

—¿Qué pasó? — Entonces extendió sus brazos hacía mi y agradecida los recibí, lo abracé con todas mis fuerzas. Y lloré aun más.

—Se van a casar, Eunwoo. Soy una tonta por nunca haberlo notado, se van a casar — dije

—¿Quienes? — Preguntó

—Wonwoo y Mingyu — contesté

—Shh ya estoy aquí— dijo sobando mi cabeza.

Y así estuvimos abrazados en medio de la lluvia mientras yo lloraba.

Imaginas Seventeen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora