Capítulo 3

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lamento la tardanza, pero al fin aquí está el capi 3, que lo disfruten owo

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Capítulo 3

Dazhiel jamás imaginó que hubiera un nivel más bajo que el inframundo, pero llevaba atrapado en él desde que aceptó el trato de Lucifer a cambio de mantener a salvo a su hermano menor. Ya había perdido la cuenta de cuántos días y noches había pasado en el castillo del gobernante del inframundo siendo profanado hasta perder el conocimiento y aún después de eso, con la esperanza de ver a su hermano al menos un instante, pero lo único que tenía hasta ahora era la promesa de que seguía con vida en algún oscuro rincón del lúgubre castillo de ese sujeto.

— Lo estás disfrutando, ¿Verdad?— cada vez que Lucifer le susurraba al oído se le erizaba la piel no por espantoso aroma que desprendía, sino por ese extraño tono de voz en el cual parecía que miles de voces hablaban al mismo tiempo- Estás tan húmedo...

— Nghh... No soy de piedra...— y en verdad odiaba que su cuerpo reaccionara ante el estímulo de ese bastardo pero era algo que no podía evitar aun con lo aterrado que se sentía, pues Lucifer se había tomado tanta confianza con él que no ocultaba su verdadera apariencia con él.

Se decía que Lucifer fue uno de los ángeles más bellos en el paraíso, sin embargo, al oponérsele al mismísimo Dios, toda esa belleza le había sido arrebatada al bajar al inframundo, convirtiéndose en un verdadero monstruo... y Dazhiel tenía que lidiar con esa monstruosidad todos los días, aunque en realidad jamás lo había visto; en cuanto su abismal presencia comenzaba a brotar, el pelilargo tan sólo cerraba los ojos con fuerza y se dejaba hacer; podía sentir un cuerpo pesado y pegajoso encima suyo desparramándose por todos lados, un penetrante olor a azufre esparciéndose por la habitación, una especie de tentáculos que manoseaban y entraban por cada orificio que tenían a su alcance, y un largo y abultado pene que parecía perforarle hasta el estómago en cada embestida... si no fuera un demonio estaba seguro que lo habría partido en dos desde hace tiempo.

— mmmhh Dazy... Ya estoy a punto...— le sintió jadear sobre su nuca, salpicando unas cuantas gotas de saliva sobre su largo cabello— Me encantaría correrme al mismo tiempo que tú, pero siempre tardas tanto...— uno de sus pegajosos tentáculos envolvió el miembro apenas erecto del otro y comenzó a apretarle con cierta rudeza, como si quisiera exprimirlo— ¿Acaso no te soy suficiente?

- ¡¡Aghh!! — no pudo evitar soltar un grito cuando otro de los miembros de Lucifer entró de improviso a acompañar al primero, expandiéndole de forma dolorosa mientras entraban y salían de él arrítmicamente, golpeando mucho más allá de sus entrañas; prácticamente le estaban removiendo el estómago por dentro

— Oh, entiendo. Sigues pensando en Mictian— su burlona risa hizo estremecer a Dazhiel en más de una forma— Es una pena que ni con esa cara hayas logrado seducir a la lujuria— el repentino silencio del pelilargo le hizo reír una vez más, era tan fácil de manipular cuando nombraba a la lujuria— Grábate bien esto Dazhiel, el amor no existe en el inframundo, y mucho menos de seres tan inferiores como ustedes. El único amor real es el que yo siento por ti...

— Como si necesitara algo de ti jodido bastardo— escupió con toda la ira que tenía acumulada hasta ese momento; aunque lo que más le dolía era el hecho de que Lucifer tenía razón, le afectaba bastante que ni siquiera con su inconmensurable belleza haya podido ganarse al menos una mirada de Mictian— Si me amaras como presumes me dejarías ver a Nijem

—Hay diferentes tipos de amor, el mío es más bien posesivo, pero no puedes dudar de él. Pero...si en verdad quieres ver a ese bicho, dame lo que deseo...

— ¡Ahh!— fue entonces que lo sintió, la masa deforme que era Lucifer tembló estrepitosamente antes de inundarle de su viscoso y espeso semen, el cual comenzó a desbordarse apenas llenó sus entrañas. Las piernas del pelilargo no pudieron sostenerlo más, así que se dejó caer sobre la cama mientras dejaba que Lucifer soltara hasta su última gota. Debía verse fatal en esos momentos; golpeado sudado y, literalmente, bañado en esperma... y seguro su precioso cabello estaba hecho un desastre; ese bastardo se las pagaría algún día.

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