Renuncia a tus sueños - Freddy y Golden (FNAF)

~.5.~

- Hoy igual que ayer, ¡Pero nunca igual!~ - Lance se encontraba cantando una canción de sus preferidas mientras paseaba por el parque. No tenía mucho que hacer hoy, y por eso iba sin rumbo alguno.

- ¿Qué cantas? - El rubio soltó un inaudible chillido al escuchar la voz del castaño detrás suyo.

- Oye, no hagas eso. No estoy acostumbrado a verte fuera de las clases. - Freddy simplemente rió.

- Vale, lo lamento. Solo estaba paseando por aquí y te encontré. - Se colocó una mano en la nuca.

- No tienes nada que hacer, ¿No? - El menor negó. - Lo sospeché, no sales de tu casa a menudo, eres un antisocial.

- ¡Hey! Tu tampoco, no te hagas. Eres igual de antisocial que yo.

Los dos rieron.

- Vale, si, lo admito, no salgo mucho tampoco, pero salgo más que tu.

- Que mentiroso eres, de veras. - Bufó. - Apuesto a que ni estás en forma.

- ¿Qué? - El rubio paró en seco.

- Dije: Apuesto a que ni estás en forma.

- ¿Quieres probarlo? - El de ojos azules sonrió.

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Luego, se encontraban haciendo una carrera. Freddy propuso de que fuera hasta el Starbucks más cercano y Lance dijo que quien llegaba primero, pagaba.

- ¡Te voy a ganar, antisocial! - Dijo el rubio al avanzar un poco más que su contrario.

- ¡Ja, ni en tus sueños, cantante de pacotilla! - Respondió el castaño al alcanzar al otro.

Al final, llegaron empatados.

- Yo gané, tu pagas. - Sonreía el de orbes grises.

- ¿Qué? No. YO gané. - Jadeaba el otro.

- Vale, vale. Pagamos mitad y mitad, ¿Bien? - El otro asintió.

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Se la pasaron conversando durante un largo rato, eso hasta que ya se empezó a hacerse tarde. Al salir del Starbucks recién notaron que hora era.

- Vaya... ¿Ya van a ser las 6 de la tarde? - Dijo Freddy al ver al cielo.

- El tiempo si que pasa rápido. - Suspiró. - En fin, yo me tengo que ir.

- Si, yo también, no puedo dejar que mi hermano se preocupe.

- ¿Hermano? ¿Tienes un hermano?

- Si, mayor... - Miró a otro lado.

- ¿Nos vemos mañana en las clases o ya no piensas venir? - El castaño sonrió ante esa pregunta.

- El día que no llegue será el fin del mundo. Nos vemos mañana.

Y así, se fueron por diferentes caminos.