Una de tantas noches [MARKSON]

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Despacio mis dedos empezaron a hacer pequeños rulitos en sus cabellos, luego fui bajando a su cuello hacia círculos en toda l longitud de este, incluso me acerqué para olfatear el delicioso aroma de su perfume. Jackson aún dormido se movió un poco y dio la vuelta quedando su torso al descubierto. Mis ojos iban de su cara a sus pectorales, no me pude contener y le di un corto beso. Lo grande de su espalda y lo delgada de su cintura me encantaban, hacían verlo tan sexy en muchos sentidos. Mis labios volvieron a tocar los suyos y lo sentí estremecerse un poco ante el roce.
Fui dando besitos por todo su cuello hasta llegar a su clavícula donde me tome el tiempo de observar cada detalle de su fornido cuerpo, baje a sus pezones que estaban duros por el frío los lamí y bese un buen rato, podría hacer esto todo el día y no me cansaría pero no podía seguir bajando más así que solo me acerqué a su pecho y lo abrase. No me había dado cuenta que se había despertado hasta que hablo.

Mark estás tratando de aprovecharte de mi? - dijo un poco ofendido
Por algún motivo a pesar de nuestro tiempo juntos aún seguía poniéndome nervioso cuando lo escuchaba tan cerca.
Así que solo sonreí de la manera más tierna posible.

Markie Markie - dijo en un susurro - ya que te gusta tanto jugar ....también tienes que encargarte de los problemas que tus juegos ocacionan -jackson levanto ligeramente las sabanas y me di cuenta que solo estaba en bóxers y de ellos sobre salía un gran bulto en medio de sus piernas.
Al parecer si era un gran problema y era todo mío....

Jackson levanto con sus manos mi cara y me besó fue un beso dulce y lento que cada vez iba subiendo de intensidad. Comencé a sentir calor a tal grado que la ropa me molestaba, quería arrancármela toda pero ese trabajo se lo dejaría a jack.
Comencé a bajar, hacia lo mismo que antes pero esta vez algo más fuerte. Tocaba, besaba, lamia, mordía todo lo que estaba a mi alcance. El cuerpo de jackson era adictivo, no podía dejarlo. Sentir que se estremecía por mi toque me hacía sentir el hombre más feliz.
Pase mis dedos por su pelvis y esto hizo que gimiera de placer.
-ahh..mark...ya no aguanto más...- escuchar mi nombre entre sus gemidos hizo que mis caderas se movieran solas, yo tampoco aguantaba más, quería sentirlo dentro.