Dylan

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- Otro absurdo, aburrido y monótono día de mi vida- dije en voz alta esperando que Dylan, mi hijo, no me escuchara.

Bajaba por las gradas de dos en dos, cantando una canción de rock, para ser específica Losing my Religion de R.E.M - Buenos dias madre - me dio un beso en la mejiila - ¿Cómo estás hoy?- dijo Dylan mientras tomaba un vaso de jugo y encendía la televisión.

- Pues que te dire, los años no pasan en vano, dentro de un mes cumplirás 15 y yo 30, rayos ya estoy vieja. Cambiando de tema, pudiste dormir bien a partir de la llamada que hicieron en la madrugada, no pude dormir en paz, sentía que me miraban desde la ventana, creo que el trabajo me esta afectando -comenzé a reír sarcásticamente.

- Tranquila madre, no eres la única que no pudo dormir bien, yo también sentí que me miraban desde la ventana, decidí estudiar un poco para la clase de Filosofía, poco después me quede dormido.

Escuchaba las noticias y miles de catástrofes estaban sucendiendo alrededor del mundo, los científicos habían dados hipótesis pero ninguno era válido, no sabían explicar lo que sucedía. Por otro lado los creyentes gritaban y oraban a Dios, decían que el Día del Juicio Final se acercaba.

- Gente lunática, ¿Tú que crees que significa esto Arianna?

Fruncí el ceño -te he dicho que no me digas por mi nombre, soy tu madre. ¡Respétame! - me acerque a él y le jale su oreja.

- ¡Ay mamá! Me duele - comenzo a ponerse de puntillas - esta bien, tú ganas mami.

Lo solte y sonrei, esto solo hizo que mi pequeño y gran hijo comenzara a reírse.

- ¿Qué es tan gracioso Dylan? Ven y siéntate, vamos a desayunar.

- Disculpame madre, solo que es difícil llamarte así, es decir -me tomó de la muñeca y me llevó frente al espejo- míranos, acaso pareces mi madre,eres tan joven que parecemos hermanos, nadie cree que eres mi amada madre.

Lo que decía mi hijo era verdad, lo tuve a Dylan a los 15 años, así que es normal que luzca tan joven, a tráves de los años hemos recibido muchos comentarios sobre si somos hermanos o simplemente amigos. Mi respuesta siempre ha sido que soy su madre, los comentarios los ignoro.

- Aún recuerdo cuando fuiste por primera vez al colegio y el profesor de Física pensó que eras mi hermana y los babosos de mis compañeros comenzaron a decirte cumplidos.

Comenze a reír y lo abrazé muy fuerte, miré el reloj y se le estaba haciendo tarde para ir al colegio.

-Mira que tarde es, debes irte. -Corrí hacia la cocina, Dylan tomó su mochila, le entregué su almuerzo y corrió para poder alcanzar el autobús.

- Suerte con los muertos -me dijo con una sonrisa burlona.

Recordé cuando aún era un pequeño, cuando aun tenía que dejarlo en la escuela y como lloraba por no querer quedarse ahí. Mi pequeño estaba creciendo, pronto cumpliría 15 años, aún no sabía que regalarle, creí que sería bueno hacer una fiesta pero recordé que al igual que yo cuando era joven, él no tenía amigos solo conocidos o bueno eso era lo que me había contado sobre su vida social.

Él prefería estar en el mundo de los libros, donde escapas de la realidad y creas tu propio mundo, tu propia utopía y donde tú puedes ser el protagonista.

- Dylan, ¿Qué estás leyendo?- toqué su hombro, me sorprendió mucho al ver que estaba en la terraza de la casa, solo y leyendo Así Habló Zaratustra, me mostró la portada.
- Es una de las obras fundamentales de la filosofía occidental y del pensador Friedrich Nietszche.- Cerró su libro y me invitó a sentarme a su lado- crees que Dios existe.

- Realmente no lo sé, a pesar de todo y de las contradicciones de la Biblia, creo en él, recuerda que una sombra me seguia cuando era pequeña y siempre que oraba eso me dejaba en paz, lo que pienso de Dios es que es como un padre, es decir, ha cometido errores y no creo que sea perfecto, es lo que nos hace humanos, ser incapaces de resolver nuestros propios asuntos.- miré la cruz que llevaba en mi bolsillo- no soy la mejor persona pero siempre que le pedí algo, nunca me lo negó, siempre había algo que me protegía y cuando tu naciste- le golpee la nariz con el dedo índice- sentí que parte de eso pasó a ti. No crees que eres muy joven para hablar de este tipo de cosas, a penas tienes 7 años y ya subestimas la existencia de Dios. Dime, ¿Cómo encontraste ese libro?

Comenzó a reír- no lo sé, fui a la biblioteca y encontré el libro en el piso con una dedicatoria.

- Y que decía esa dedicatoria.

- Decía: para la mujer que siempre he amado, Arianna. Me dio curiosidad y lo comence a leer, hasta ahora estoy entendiendo lo que Nietszche quiere transmitir en su libro, con esta obra, el autor intenta hacer una llamada a la sociedad, para que piense por sí misma y deje de lado los valores morales impuestos durante siglos. Para ello, empleará la figura del profeta Zaratustra como medio de transmisión de sus propias ideas.

- Ya basta cerebrito, te vine a buscar para almorzar, comeremos pollo al horno.

Ese día fue cuando descubrí que mi hijo estaba desarrollando su intelecto a un grado mayor. Y que algo se avecinaba.

Mi profesión es Médico Forense, me llamaron en la madrugada para realizar una autopsia de un hombre mayor, aproximadamente de 50 años de edad. Fue extraño, la llamada fue a las 3 de la mañana. Acepte el caso, les dije que sería a las 9:00 P.M en la morgue.

En la tarde, Dylan tenía un partido de baloncesto, jugaban la final, así que dejé mi agenda libre.

Al cambiarme de ropa varias mariposas carmesí se posaron en el filo de la ventana, la vista era hermosa pero poco después la ventana parecía estar cubierta de sangre ya que cubrieron la ventana por completo. No le tomé mucha importancia. Al salir de mi casa, todas ellas se habían ido.
<<Mucho mejor>> pensé mientras encendía el auto.

Mariposa Carmesi, La Princesa PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora