El siguiente piso es donde está hospedado así que caminamos fuera del elevador, el me ofrece su brazo y lo tomo, me apoyo un poco en el como si fuéramos una pareja y entramos, el ambiente cambia inmediatamente, el me mira y se quita el abrigo, sonríe y me paralizo, pone seguro aún que no es necesario y se acerca, doy un paso atrás casi por instinto.
-Error
Se me va el alma a los pies, no alcanzo a procesar lo que pasa hasta que siento la cara pegada a las sabanas, su mano se impacta en mi trasero y mi grito es ahogado por su mano libre.
-No te alejes
Bajó su mano y hace mi braga a un lado para dedearme de nuevo esta vez teniéndome de frente.
-Te mojaste más con eso, que suerte que te guste rudo.- No termino la última palabra cuando rompió mi blusa desde arriba, se abrió como un pronunciado escote hasta que termino de arrancarla, no me moví hasta que cayó al suelo, entonces comencé a besar su cuello con urgencia mientras lo desabotonaba, el mordía mis hombros mientras terminaba con la camisa y me deshacía del pantalón, de nuevo en la cama abrió mis piernas y comenzó a frotar su centro con el mío, ya no podía callarme, se hincó y me volteó, de nuevo de cara a las sabanas y de nuevo bruscamente, tomó mi falda que ahora parecía más bien un cinturón y me levanto con ella dejándome en 4.
-Casi parece que te arreglaste para mí.- Estaba besando mi espalda y desabrocho mi brasier, se detuvo un poco y comenzó a jalar la falda, no creí que lograría deshacerse de ella como lo hizo con mi blusa hasta que escuché rasgarse la tela, jaló una de las ligas y la soltó luego la otra pero las dejo enteras, mis bragas no corrieron con la misma suerte.
Sólo vestía mi liguero con mis medias negras, seguía en 4 y seguía ansiosa.
-¡Vamos, que esperas!.- Quería que entrara pero solo logré que me diera una nalgada tras otra y con cada grito una más fuerte, no se cuántas fueron pero mi piel ardía, me volteó y comenzó a jugar con mi pecho, perdí un poco la conciencia hasta que volví a hablar, en automatico y sin pensar.
-No sigas
-Pero sí te ves tan feliz, apuesto que en verdad quieres que siga.- Me hablaba al oído y mi pelvis buscaba la suya.
-Entra ya, por favor.-
-Repítelo.
-Por favor.
-De nuevo.
-¡Vamos por favor! ¡No lo soporto! quiero que estés dentro.
En un segundo mis piernas estaban en sus hombros y el en mi entrada, abriéndose paso lento a mi interior y ahí comenzó a moverse, ni siquiera estaba follándome aún y me sentía a morir solo con el moviéndose así. Gritaba y apretaba las sabanas cuando salió casi por completo y volvió a entrar con mucha fuerza, parecía que empujaba mis gemidos cada vez que entraba y estaba volviéndome loca me movía a su antojo y yo estaba gozando más que nunca en mi vida, en un momento me levantó y me puso contra la pared, ahí me inclinó un poco y entró bruscamente, me tomaba del cabello y lo jalaba, mis piernas fallaron, el me sostuvo solo un momento y me colocó en el piso, ahí estaba viendo el techo y gimiendo escuchando su respiración agitada.
Volvimos a la cama y protesté.
-Dame un segundo esto es....
Su mano se cerró en mi cuello y no pude articular palabra, no podía respirar, aflojo un poco cuando mis ojos comenzaban a volearse.
-Haz eso de nuevo.
Ni yo podía creer eso, era una agresión pero me encantó,repitió la operación un par de veces hasta que sentí temblar todo el cuerpo y prácticamente me desplome en la cama así que me volteó y siguió dándome así mientras estaba casi inconsciente, apretaba mis piernas y jalaba el liguero hasta que cedió, las únicas en pie eran mis medias que hizo jirones un segundo después. Me tomo de la cintura y casi me cargo hasta el baño, sentí el agua fría envolverme cuando me dejo sumergirme en la tina, un segundo después entro conmigo y me puso de frente encima suyo, abrí los ojos y lo vi, mojado se veía tan sexy, lo besé, casi tiernamente, pensé que era todo, pobre ilusa.
-Salta.
-¿Que?
No me respondió solo entró de nuevo entre mis piernas y me levanto un poco para luego dejarme caer y penetrarme yo sola, bendita gravedad, el agua se regaba por todo el baño y yo sólo subía y bajaba el de vez en cuando tocaba o me ayudaba a subir y bajar con más fuerza, no sé cuánto tiempo estuvimos así, no sé cuándo me dormí, cuando desperté él estaba durmiendo, estaba sentado y la televisión estaba encendida, seguía desnudo, pero estaba muy en calma, había que hacer algo al respecto.
Bajé y empecé a besar despacio probando por fin, en tiempo record podía seguir con la faena, pero no había despertado, parecía tener lindos sueños o eso creí, pero solo estaba relajado porque en un momento puso sus manos en mi cabeza, recogió mi cabello con sus manos y comenzó a llevar el ritmo, más rápido y más profundo, su sabor iba cambiando y cada vez estaba más duro y más caliente, me gustaba así que comencé a tocarme, estaba caliente de nuevo, le habría dicho mil cosas de no tener la boca llena.
Me empujo levemente y me llevó a la cómoda, había un enorme espejo y ahí comenzó de nuevo mucho más fuerte, aferraba las orillas del pesado mueble, adelante y atrás, la cómoda golpeaba la pared una y otra vez, comenzó a acelerar el ritmo y me volteo, estaba de frente, a altura del mueble que era perfecta, las embestidas eran brutales.
-¿Tomas pastillas?.-
Tarde un segundo en entender lo que me dijo, estaba disfrutando demasiado.
-Tengo el DIU
Entonces apoyó sus manos en mis caderas y el ritmo aumentó aún más estaba follándome con frenesí y sentí un leve espasmo y luego algo tibio en mi interior, hubo una calma instantánea pero muy corta, buscó mis labios, los mordió, estaba agotada, mis piernas estaban temblando me metió en la ducha.
-Puedo ir a la bañera?
-Vamos
Me ayudo, entró primero y yo sobre él, le daba la espalda, él jugaba con mi espalda, la mordía de vez en cuando y yo sonreía.
-Eres bueno.
-Tú no te quedas atrás linda, ¿cómo te llamas?
Salí de la tina me puse una toalla y me sequé el cabello, ya estaba amaneciendo casi no dormimos entre el vino a la orilla del río y el sexo en el hotel.
-Rompiste mi ropa, ¿que se supone que haga ahora?
Sonrió y se levantó tomando una toalla igual a la mía, salió y llamo a servicio al cuarto, me acosté y me envolví con una sábana, me despertó más tarde no sé cuánto dormí, tenía delante de mí un cambio completo de ropa interior, un vestido lindo y nuevas medias.
-Hay un teléfono también. -
Sonreí y comencé a vestirme
-No vives mal.
-Tengo un buen puesto en BASF, pregunta por mi si vas a Ludwigshafen
- ¿Por quién pregunto?
-Luis, espera debo contestar una llamada.
Era una situación única, estaba hablando con alguien por teléfono, se veía cómo algo importante porque no contestó nada antes, sabía su nombre estaba más satisfecha que nunca en la vida y tenía ropa nueva no había manera de mejorar eso, ¿pero ahora qué? Yo no era una perdida que se acostaba con cualquiera, casi nunca pero ese hombre fue mi excepción, podía quedarme y ver qué pasaba o podía irme dejando sólo un recuerdo.
Tomé mi bolsa y salí lo más rápido que pude silenciosamente, cuando estaba en la calle caminando a casa me llegó un texto solo con tres palabras
''No hemos terminado''
ESTÁS LEYENDO
La Terraza De StrandPauli
Romance¿Se puede dejar todo por algo incierto? Es algo fuera de serie. Todo parte de un maravilloso sueño y siempre termina sorprendiendo más. ¿Amor? ¿Pasión? ¿Historia o cuento? .