Mientras pasa el tiempo

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Al entrar al comedor vamos a la barra donde agarramos el desayuno. Nos ubicamos en una mesa que esta vacía, en lo particular no me apetece hablar con nadie más que con Dana.
- estos desayunos son iguales todos los días, deberían cambiar un poco. Voy a hablarlo con el decano o tal vez el director-- era verdad, el desayuno no era muy rico para ser sincera y que fuera siempre lo mismo no ayudaba.
- tienes razón Dana-- le digo-- pero ¿crees que nos va a dar importancia a nosotras? Dos alumnas más de todos los que hay-
- No me importa Alma, lo voy a intentar-- era algo que me gustaba de Dana, lo que se proponía lo intentaba, algunas veces el resultado era negativo pero no se cansaba de intentarlo.
Le muestro el pulgar para arriba en señal de OK y me concentro en el bendito desayuno.
-¿crees que Holly saldrá presidenta del centro? -- mi colegio era muy grande, tenía tres torres (así las denominamos)  Torre A: donde se encuentran las aulas  de enseñanzas y las oficinas de los maestros. Torre B: donde dormían las mujeres y Torre C: donde dormian los hombres. Contaba con diversas canchas y espacios de recreación por lo que en si el lugar habitaba mucha gente. Por eso se creo hace bastante tiempo un centro de estudiantes, todos los años se elegía un presidente hombre y una presidenta mujer, uno de cada torre más un equipo que los iba a ayudar a dirigir fiestas, eventos importantes, reuniones y mejoras para el internado. Los que no estaban en esa lista debían votar, efectivamente el colegio se volvía una inmensa bola de estúpidos que querían ganar una estúpida elección para mandar en un estúpido internado. Holly no me cae bien... No se porque, oh esperen, ya me doy cuenta. Tal vez no me cae porque quiere llamar (y de hecho lo logra) la atención de Frank.
Frank es uno de los chicos más lindos del internado, es popular por eso es amigo de Holly y muchas personas reconocidas aquí. Es un chico de pelo castaño y ojos avellanas, es muy bonito. Tiene una gran altura y un cuerpo muy bonito tambien. No hablamos seguido, sólo en la clase de idioma avanzado. No somos nada, ni se si algún día llegará a fijarse en mi de una forma romántica pero por lo menos puedo ser su amiga.
- creo que no se lo merece realmente. Pero si hablamos de lo que piensan los demás, bien, todos están por detrás de ella como perros falderos. Creen que ella tiene el poder, por así decirlo, cuando en realidad los que votan son ellos, el poder lo tenemos nosotros -- Dana me mira y sonríe.
- Yo creo que tu la amas tanto como a ya sabes-- ya sabes era Frank, no podíamos divulgar su nombre. En este lugar todos escuchan y divulgan.
- ay si, claro, claro-- me vuelvo a concentrar en el desayuno que debe estar medio frío.
Después del desayuno yo tenía química y Dana debía asistir a su clase de arte. La clase de química la compartía con Alex, era un gran amigo, amante de la química. Entro al salón con la mochila al hombro y ocupo el lugar al lado de Alex, este tiene la cara metida entre los brazo y esta mirando para el lado de la ventana.
- Al...  -- el me interrumpe.
- Ricitos -- así se supone que es mi apodo, hace referencia a mis rebeldes  y desordenados rulos.
- hola Alex-- sonrio -- ¿pasa algo?--
-- la verdad es que no ¿Debería pasar algo?--
-vamos Alex, nos conocemos--
- Bien, es mi padre. De nuevo-- que tema, el padre de Alex pensaba que su hijo, único hijo varón (Alex) era gay, por eso nunca había presentado una novia, lo que su padre no sabía era que su pequeño hijo había estado con la mayoría de la población femenina, casi toda la Torre B. Era estúpido pensar que era gay por no tener una novia.
Alex es ese tipo de chicos que besa, acaricia y hasta duerme con muchas chicas, las respeta, no hace nada que ellas no quieren y no les promete un mundo cuando sabe que sólo les puede dar un poco de tierra.
- Bueno, ¿qué paso esta vez?-- carraspea la garganta.
- digamos que quiere que presente a alguien, pero las chicas de aquí son un poco... ¿cómo decirlo? Son acosadoras y se ilusionan pronto, eso no me conviene... no se que hacer -- suspira frustrado.
- creo que deberías aclarar todo, decirle que no eres gay pero no quieres nada serio con ninguna chica porque tienes cosas más importantes que pensar-- me mira sorprendido. ¿soy una genio?
- ¿estas loca? No se lo va a creer. --- definitivamente no soy una genio--  Va a pensar que es una excusa. Oh Dios, necesito tanto a mi madre, ella sabría que hacer...-- la madre de Alex estaba internada en un centro de rehabilitación mental, tenía mucha exigencia en el trabajo, problemas en el hogar, problemas de dinero y dos niñas pequeñas gemelas que cuidar. Tuvieron que internarla para que mejorara. Según Alex ella estaba mejor cada día.
- vamos Alex encontraremos la solución, todo la tiene. Respecto a tu madre ella mejorará por completo y tu te egresaras y serás feliz con toda tu familia-- niega con la cabeza.
- ya no hay una "familia"-- hace incapie en familia y le pone comillas-- mi supuesta familia se conforma por: un padre homofobico que no tiene idea de lo que siente ninguno sus tres hijos, no les presta atención y sólo se ocupa económicamente de ellos. Una madre que tuvo un pico de estrés que la dejó internada en un loquero. Dos hermanas pequeñas gemelas que están en la deriva de la nada porque yo estoy en este estúpido lugar-- eso fue duro, creo que Alex siente culpa por donde esta su madre y el odio que siente a su padre no ayuda en nada. Pienso una opción, es una gran solución...
- lo haré yo-- la clase ya había comenzado por lo que hablábamos bajo para que no nos sancione el profesor.
Alex me miró con sus dos ojos abiertos de par en par, incrédulo. -¿tu? Vamos Alma, se dará cuenta de que miento, es muy inteligente el infeliz, se dará cuenta y a la mierda todo-- debíamos intentarlo.
- vamos, practicaremos, tenemos tiempo-- da una sonrisa triste.
- agradesco esto Ricitos. Pero no quiero confundir las cosas contigo-- lo miro sería.
- Eso no pasara-- sonrio para tranquilizarlo-- te veo como un amigo, un hermano-- me sonríe y ponemos atención en la clase.

Unos minutos después viene la secretaría de nuestro salón y le comenta algo al profesor, este me mira y nombra.
- Zarconne, tiene visita-- si me preguntase que siento diria  preocupación, eso es exactamente lo que siento, estoy súper preocupada de que pueda pasar en esa bendita reunión con mis padres. Me levanto apurada y voy hasta la sala de visitas que queda subiendo las escaleras. No tengo muchas ganas de llegar y camino lento pero de todas formas en algún momento debo ir, odio ser tipo de reuniones, no suelen terminar bien. Puedo escuchar la voz gruesa de mi padre, lo que indica que estamos cerca, pero su voz no se oye muy alegre.
Al entrar veo a mi hermano Maison, mi hermano; Patrick, mi padre y Lidia, mi madre.
Lidia me sonríe, con ella me llevo bien, no es que pueda hablar mucho con ella pero siempre esta ahí para mi hermano y para mi.
- hija -- Dice mientras se levanta para saludarme, le sigue mi papá. Extrañaba esa fragancia de papá y esa dulce voz de mamá.  Después del saludo me siento al lado de mi hermano y escucho.
- Bueno, como veníamos diciendo, estábamos hablando con tu hermano para acordar a donde vivirán ahora-- ¿qué? ¿ahora? ¿ y el internado? -- la cuestión es que yo me ire a un viaje por tres meses aproximados a Europa en este fin de año y su madre se ira a Estados Unidos por trabajo. No teníamos idea de que las fechas iban a coincidir. Por suerte tenemos a la abuela que nos puede ayudar, ella esta dispuesta-- no puedo creer que vayan a hacernos esto, es injusto. Primero el internado, después irse por el mundo sin nosotros. Ni mi hermano no yo hemos dicho palabra, creo que nos shockeo a los dos esta fuerte noticia.
- si bien intenté cambiar la fecha no pude -- dice mi madre -- Estare allá por un mes nada mas, luego vuelvo y todo será como era antes. De todas formas no queremos dar muchos detalles, es sorpresa para ustedes -- ella sonríe aunque veo en su rostro que en realidad quiere llorar y estar sola. Mi padre, en cambio no puede borrar su sonrisa. Se que espera gritos y enfrentamientos, pero tengo esperanzas que mi hermano haga bien las cosas.
Agarro la mano de Maison y le doy un aprenton, el me devuelve otro con una sonrisa. No estoy sola, lo se, lo puedo asegurar.