—Nunca lo diré — repitió por tercera vez el peliazul.— Es algo extraño, Murdoc.
El nombrado suspiró, odiaba que Stuart actuase de ese modo.
—Mira, juro que esta será la única vez que te lo pida, lo juro —Stuart volteó sus no-ojos, estaba aburrido de que Murdoc siga mencionando el tema.
Decir «daddy» mientras practican sexo no le parecía algo muy adecuado.
—Nunca voy a llamarte «daddy», Murdoc. No es excitante —el satanista bufó mientras miraba hacia otro lado, estaba molesto.— Sé que para ti lo es, pero, cariño —relamió sus labios.— Es algo demasiado retorcido. No quiero que seas mi «daddy», quiero que seas Murdoc. Mi Murdoc. Y no quiero ser tu «baby boy», quiero ser Stuart. Tu Stuart.
—Agh, eres un aburrido Stuart —2D sonrío dulcemente. Abrazó a Murdoc y besó su mejilla.— Acaso no recuerdas cuando me obligaste a vestirme como un maldito zombie, porque aquello «te ponía»... —mencionó cambiando el ceño fruncido en su rostro por una sonrisa burlesca.
—Ay, Mudz. Ya cállate. Al menos admite que fue divertido...
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