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Saco el encendedor de mi bolsillo, activo su sistema de ignición y sale la flama… siempre me ha llamado la atención aquel pequeño fuego que ahora bailaba graciosamente al son de la brisa que sopla en ese momento,su movimiento casi hipnótico me hizo quedar en blanco durante unos instantes pero inmediatamente volví en mi y guarde mi encendedor, debo concentrarme en la tarea que llevare acabo así que basta de distracciones, repaso el plan por un momento así que hago lista mental de los materiales: varios metros de cuerda, un cuchillo de 30 centímetros,aguja e hilo de pescar, gasolina, 2 baldes de metal,velas, un hervidor de agua, unas bolsas de hielo, un par de botiquines de primeros auxilios y por supuesto mi siempre fiel encendedor, todo listo y almacenado en la parte trasera del auto. Mi compañero que conduce se le ve bastante intranquilo, su respiración se escucha alterada y las gotas de sudor se agolpan en su amplia frente, “no pasa nada” pienso yo, el no va a participar directamente de esto, el solo debe conducir y avisarme si se presenta algún persona inoportunamente así que dejo de preocuparme por su estado mental y me limito a decirle que se concentre en la carretera…si debo preocuparme por la tranquilidad y serenidad de alguien debe ser la mía, así que tomo un cigarrillo, lo llevo a mi boca y lo enciendo con mi encendedor, este pequeño desgraciado me acompaña desde que tengo 17.

Me doy cuenta que estamos llegando a nuestro destino, un bosque bastante lúgubre y de mala fama debido a las múltiples desapariciones acontecidas entre sus arboles de troncos torcidos, ramas que parecen largos y delgados brazos que pueden tomarte del cuello y estrangularte en cualquier momento, raíces que se asoman en la superficie que parece que te tomaran de los pies y te arrastraran hasta las mas recónditas profundidades del subsuelo ,de cierta forma me recuerdo al bosque descrito en la divina comedia en el que tienen castigo los suicidas, a esto súmenle que es otoño y las hojas en el suelo de color extrañamente obscuro forman una especie de alfombra volviéndose el lugar bastante tenebroso….mejor aun, eso disuadirá a cualquier visitante indeseado.

Nos adentramos lo mas que podemos en ese maldito bosque y quedamos a unos 100 metros de la casa en que debo llevar a cabo mi venganza, bajo del auto y tomo las cosas, las echo a una bolsa y le digo a mi compañero que aguarde en el auto con el motor encendido y que este atento a cualquier cosa, al pronunciar estas palabras su rostro se volvió blanco y movió su cabeza de forma casi autómata afirmativamente, parecía realmente asustado, seguramente debió haber sido la expresión en mi cara, por un momento me deje llevar por el odio, por el recuerdo de ese día," serénate hombre” pensé, recuerda que no debes dejarte llevar por el odio, no todavía, hay muchas cosas que hacer antes y si pierdes el control puedes arruinar el momento, así que recupere la compostura y seguí el resto del camino a pie.

La casa era la típica hecha de madera que uno encuentra en el bosque, era muy antigua y tenia bastantes tablas sueltas y el fuerte viento que soplaba casi furioso la hacia crujir completamente, la casa no era importante pero tenia un sótano bastante amplio y útil con una apariencia bastante aterradora, era justo como yo la quería. Baje por las escaleras que llevaban a ese pestilente sótano, saque mi encendedor y la flama me dio la luz que necesitaba para poder ver algo en esa densa oscuridad que casi se podría haber cortado con cuchillo, logro divisar algo que parecía una mesa así que dejo los materiales en ella, era extrañamente desproporcionada en su hechura, tenia un pata mas grande que las otras tres, no era perfectamente rectangular y la madera estaba pésimamente tallada….una mesa bastante tosca pero me serviría, abro la bolsa y echo los materiales en ella, inmediatamente tomo las velas y las encendí y ..... ahí estaba ese hombre, en una silla en medio de la habitación, totalmente dormido por Dios sabe que droga, me acerco, levanto su cabeza y reconozco su rostro, definitivamente era el, nunca olvidaría esa cara, el infeliz que contrate para secuestrarlo y traerlo aquí hizo un gran trabajo, comienzo a temblar,espasmos por todo mi cuerpo, mi mente hierve, mi corazón da un vuelco y hasta la ultima parte de mi cuerpo incluido cada cabello me piden matar,mi mente y corazón gritan venganza, todo se vuelvo carmesí, siento como me palpita el ojo derecho, “por fin te tengo hijo de perra” digo apretando los dientes tan fuerte que mis encías sangran y cuando me abalanzaba sobre el tipo que me arrebato aquello que amaba y me obligo a presenciarlo sentí el fuerte sonido de madera resquebrajándose, posiblemente producto del fuerte viento,perdí el control por un minuto, el sonido me espabilo, creo que Dios me mando una señal para que me calmara, quiere que haga las cosas como las planee de un principio, así que me alejo del sujeto, respiro hondo y exhalo de mis pulmones todo el dolor y la sed de sangre…mi mente queda un blanco un segundo, cierro los ojos, siento el asqueroso olor a heces de la habitación,me quedo parado ahí un momento,“no” me dije, Dios no tiene nada que ver en esto, Dios no estuvo ese día, mucho menos va a estarlo ahora,abro los ojos mas calmado y lleno de convicción me acerco a la mesa, tomo el exageradamente pesado y oxidado cuchillo, me hubiera gustado traer uno mas en condiciones para la tarea que debo realizar pero salí con mucha prisa de mi casa lo que me prometí que no haría, ya que en casos como este las prisas locas son fatales, pero de nada sirve criticarme ahora, el cuchillo servirá, me acerco, abro su boca y corte su lengua de un tajo, luego tome la aguja y el hilo de pescar y le cocí los labios,no quería que ese tipo hablara ya que llegado el momento me desconcentraria, tome la cuerda y lo amarre firmemente a la silla de manos y piernas con nudos muy apretados….no quiero ningún inconveniente, agarre las bolsas de hielo ya derretidas, lo cual no importaba porque lo que yo quería era el agua fría, las eche en uno de los baldes, luego le puse  al desgraciado en la cabeza la bolsa que utilice para traer los demás materiales hasta aquí, saque varios implementos del botiquín y los deje lo mas a la mano posible…todo parecía perfecto, solo faltaba poner a hervir agua y comenzaría el espectáculo donde aquel hombre sin lengua, de labios cocidos, amarrado en la silla seria el protagonista y yo, su verdugo, pondría fin a su historia, pero no de un solo golpe…no señor, esto seria sublime, el no merecía una muerte rápida pensaba yo, y me aseguraría de eso con los botiquines, ese cerdo debe sentir mis dedos en su carne y sus intestinos, debe sentir la flama de mi fiel encendedor en sus ojos, practique con los ojos de una vaca muerta antes y al mantenerlos por un rato en la flama hierven y prácticamente explotan,sera magnifico pensé yo…pero basta de distracciones me dije, así que tome el hervidor, salí de la habitación y mientras hervía el agua escucho un gimoteo proveniente del sótano, el puerco despertó…empieza el show….

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