3-El llanto del dolido

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Este es el octavo cigarrillo que fumo en menos de una hora y no creo que vaya a parar durante toda la noche, el asqueroso olor de ese sótano se opaca un poco con el olor del tabaco pero un nuevo aroma se empieza a apoderar de la habitación, me doy la vuelta y veo aquel montón de carne desparramada en una silla....costaría creer que aquel manojo de carnes alguna vez fue un hombre, supongo que realmente me deje llevar con ese tipo, mi mano derecha todavía tiembla y los espasmos en mis piernas no se han detenido durante toda la noche, mis ropas están totalmente empapadas en la aceitosa sangre de aquel infeliz y creo que estoy tan cansado que podría desmayarme, así que tomo una gran bocanada de aire y exhalo toda la furia y el resentimiento que todavía quedaban en mis pulmones...todavía hay demasiado que hacer y no puedo dejar ninguna huella de lo que paso en este lugar, así que tomo la gasolina y empiezo a rociarla en grandes cantidades por toda la habitacion, luego procedo a tomar las cosas de mi amigo recién fenecido y guardarlas en una bolsa para deshacerme de ellas después y mientras me encontraba revisando los bolsillos de su chaqueta encuentro una billetera con unas cuantas tarjetas de crédito y un poco de dinero que no dudo en guardarme en los bolsillos,  sin embargo al mirar minuciosamente la tarjeta de crédito de ese tipo veo que dice: Rafael Muñoz........pero eso no era posible, aquel maldito infeliz que busque por años y que acabo de torturar hasta la muerte se llama miguel muñoz de eso estoy seguro, la única razón que se me viene a la cabeza es que aquel tipo robara aquella tarjeta de crédito así que empiezo a revisar las demas tarjetas y todas tenían el mismo nombre..."esto no es posible" me repetía constantemente tratando de creérmelo, el frió sudor empieza a correr por mi cuerpo asi que me levanto y pongo mi brazo contra la pared, "como era esto posible?" me decía a mi mismo, reconozco la cara de este tipo, definitivamente era el estoy seguro que este tipo fue quien lo hizo, yo nunca olvidaría su rostro sin embargo me calme, no debo perder los nervios así que seguí revisando sus cosas buscando algo que me confirmara que aquel era el tipo que estuve tanto tiempo buscando, algo que me confirmara que no cometí el que puede ser el error mas grande de mi vida y me cae como balde de agua fría, las lagrimas empiezan a brotar de mis ojos y escurren por mis sangrientas mejillas....encuentro un pequeña foto....era su gemelo.....

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