Estaba sentado en un rincón de la habitación mientras miraba fijamente a la pared, con unas ojeras que significaban el no dormir durante mucho tiempo. ¿Por qué? Supongo que... Eso también me lo pregunto yo...
Flash black
–De acuerdo, jefecito — decía mientras lo miraba fijamente a los ojos
–¿¡Qué me ves?! ¡Lárgate ya de una buena vez!
–E-está bien... — le hice caso y me fui a mi laboratorio a preparar su invento.
Cerré la puerta con seguro para que Demencia o 5.0.5 no entraran. Me puse a dibujar los planos del nuevo invento del señor Black Hat. Uno tras otro fueron desechados al no convencerme o no tener su funcionamiento, así que ya habían pasado unas cuantas horas tratando de hacer un boceto. Hasta que conseguí hacerlo, me puse a trabajar en "el invento máximo". Sabía que si no hacía eso en menos de 24 horas, el señor Black Hat me maltrataría... No quiero eso... No... No más...
Cuando terminé, fui a probarlo con un conejillo de indias. La verdad es que no me importa si lastimo a un animal o humano, todo sea por el señor Hat.
Le disparé, inmediatamente el conejillo quedó inmóvil, segundos después, explotó sin dejar sangre u órganos.
Me senté nuevamente en mi silla para al menos descansar unos cuantos minutos, pero esta acción fue imposible, ya que cuando me senté, en la puerta se pudieron escuchar golpes. Me levanté y atendí, era el señor Black Hat.–¿Por qué estabas encerrado? — me hizo una pregunta con tono de mala gana.
–E-es que no quería q-que me i-interrumpieran demencia o 5.0.5 — le contesté nervioso, su única presencia intimidaba.
–Muévete, quiero ver el rayo
–S-sí, jefecito — caminé hasta donde estaba el rayo, saqué otro conejillo de indias y le apunté — así es como funciona, apunta al blanco que quiera y este recibirá un dardo lo suficientemente pequeño para no sacarse rápidamente, segundos después, el blanco explotará sin dejar rastro alguno — disparé demostrando el funcionamiento del rayo.
–Hmm... — se limitó a decir.
–¿L-le gustó, jefecito? — le pregunté, apagando el rayo.
–¡Claro que me gustó, escoria! — me gritó arrebatándome el rayo — ¡Con esto podremos acabar con los superhéroes de una buena vez y con sabandijas como tú! — me apuntó y de un movimiento rápido disparó al techo, no me hizo nada, pero me asusté — ahora ves a dormir en tu lugar
–S-sí, jefe
Cuando salí de la habitación me sentí aliviado, pero a la vez estresado, pues mi lugar para descansar no es el mejor de todos. Es el ático... Es tan oscuro, frío... Sin vida... Ni siquiera puedo moverme del rincón...
Llegué al ático y me puse en mi sitio característico. Recuerdo el día en que el señor Hat me puso a dormir aquí, no fue –ni es– muy bonito, pero supongo que es mejor que nada... Viniendo del señor Hat, esperaba menos.
Me senté y dormí unos cuantos segundos, ya que el señor Hat estaba ahí... Si está aquí no es por algo bueno...–¡Despierta escoria! Tu inútil rayo no sirve
–¿J-jefecito?
–Ven acá, sabandija — me tomó y apretó del brazo... Eso significa que...
–A-auch... ¡Jefe, suélteme! — intenté rogarle, pero por más que lo hacía, sabía que era inútil.
–¿Sabes que le pasa a los idiotas como tú? — apretó más el agarre.
–¡Jefecito puedo explicarlo! ¡Pero por favor, suélteme!
–¡Te pregunté algo!, ¡no cambies de tema! — me dió una cachetada.
–¡Auch! Me duele...
–No me importa, si no haces bien tu trabajo, esto es lo que te mereces
–J-jefe, se lo ruego...
–no me im-por-ta
–jefe... no... Por favor no otra vez... No...
–aprende a hacer bien tu trabajo la próxima... — susurró mientras me daba repetidos golpes en la cara, estómago y piernas.
Un rato después, salió del ático dejándome herido, quedé pegado a la pared, mirando a otra sin quitarle la vista. Tenía ojeras que significaban el no dormir por mucho tiempo, más o menos unos 5 días... ¿Por qué señor Black Hat, por qué?... ¿No se da cuenta que... Yo lo amo?
Fin del flash back
A la mañana siguiente, subió Demencia, llegó a curarme de los golpes que recibí a causa de mi "mal trabajo". Me untó algo en la barriga, una crema, para que se me quitara el dolor... Pero... ¿Habrá una cura para el dolor de mi corazón?... Luego se fue sin decir nada... No recibí más visitas aparte de ella.
Estaba destrozado, estaba sediento, hambriento, somnoliento... Pero en realidad, lo único que quiero –y que es imposible que ocurra– es un "lo siento" del señor Black Hat... No sé porque, pero, tengo esperanza en que él tenga algo de piedad o un acto humano... Si quiera de pedirme disculpas... Pero sé que no pasará, ¿Por qué me contradigo tanto? ¿Será la falta de dormir lo que me tiene tan loco?
¿Qué habrá salido mal en mi invento? ¿Que ocu...rrió...? ¿S-señor... Hat...? ¿Q-qué ha...ce... Aquí...? Caí en el sueño.
