1:¿Esta Todo Bien?

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Matew había terminado primaria a los once años. Asistía a un tipo de escuela no muy común en donde vivía, estas escuelas se denominaban "Escuelas Independientes", no participaban en nigún sindicato que les proporcionara dinero para mantener su estructura, pues nadie sabía como mantenían a los profesores, pero todos y cada uno de ellos llevaba un anillo colgado del pecho, de lo que parecía bronce, nadie sabía cual era su significado, tal vez fuese algún regalo de aceptación, pero como dije antes nadie sabía como se mantenían a flote, pues el número de alumnos no alcanzaba para sostener todos los campos de atletismo, ni los dormitorios de los estudiantes.
Matew estaba en su cuarto cuando su madre llamó a la mesa, su padre nunca había tardado tanto en llegar a casa, pues trabajaba en una agencia de viajes y a veces tardaba meses en volver a su casa, pero siempre avisaba sobre sus viajes. Se apresuró en calzarse y bajar a comer. Su madre se llamaba Margareth y media 1.70, tenía ojos marrones y profundos, a veces parecía atravesarlo con la mirada, podiendo ver todo lo que pensaba y sentía. Además de eso su madre era buena atleta, pues había ganado torneos de atletismo en la escuela, por cierto era la misma a la que Matew iba a asistir ese verano, creía que su padre también había asistido allí, pero no podía estar seguro, ya que no hablaba mucho con su padre a causa de sus prolongados viajes. Etaba por comer una sopa, la cual estaba muy sabrosa, terminó antes de lo que pensaba, y justo en ese momento tocaron la puerta. Su madre fua a abrir, y junto a ella entro su padre con su corto pelo, medio canoso y castaño, medía 1.87, era bastante más alto que su esposa, su nombre era Jacob, Jay para los amigos, Matew había heredado el nombre de su padre como parte del suyo, pues se llamaba Matew Jacob Foley. Cuando su padre pasó por la cocina dtrás de su esposa, parecía algo pálido, tenía grandes ojeras y parecía como si lo hubieran succionado por dentro, se le notaban los pómulos y su expresión era como de vacío. Este pasó de largo y a penas se fijó en Matew, arrastraba los piés, y tenía una gran bufanda que le tapaba el pecho. Escuchó a su madre decir:

_¿Qué pasa? ¿No comes amor?

Este gruño en tono negativo y siguió de largo. Cuando su madre pasó por la cocina y vio la expresión en la cara de Matew agregó:

_ Debe estar cansado por el viaje.

Y siguió por el pasillo en busca de su marido. Matew se preguntó de que viaje hablaba, pero no le dió muchas vueltas al asunto.
Matew despertó sobresaltado al escuchar ruidos que provenían de la habitación de sus padres, con cuidado se acercó a la puerta y antes de entrar preguntó:

_ ¿Está todo bien?

A lo que su madre respondíó:

_!Matew vuelve a tu habitación ahora mismo¡

Los IndependientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora