Dicen que cuando dejas de esperar, todo comienza a llegar.
Unos lo llaman casualidad, yo destino. Todo pasa por una razón.
No nos conocemos en persona. Pero en verdad espero con ansias el día que podamos hacerlo.
Yo no esperaba que me escribieran. Y tú lo hiciste, tomaste el valor de mandarme un mensaje. Me trataste hermoso desde el primer momento.
Tuvimos unos cuantos choques, tanto que dejamos de escribirnos por casi dos días y no me gustó nada la sensación de vacío. Te habrás sentido como yo?
Por eso decidí volví a escribirte, dejar las diferencias de lado.
Llámame loca, pero cuando hablamos, siento una fuerza y estabilidad impresionantes.
Desearía poder controlar el sentir. Es complicado, espero sepas entender.
Me gustaría saber qué pasa por tu mente.