Los quiero familia Matsuno (Un engaño amoroso 2da Parte)

1.6K 86 67
                                    

Los primeros días conviviendo con los gemelos no fue una tarea fácil. Ambos niños necesitaban la atención máxima de sus padres, y no solo de estos, sus abuelos y sus tíos eran, también, participes de toda aquella movida causado por los gemelos. Yutaro, el menor de los gemelos, era el más demandante de ambos.Siempre andaba de brazos en brazos, pidiendo la atención que sin duda alguna le entregaban. Era más risueño que su hermano mayor y a la vez más enojon, una mezcla perfecta entre sus padres. Kotaro, el mayor, tenía un carácter más pasivo, más relajado. Se conformaba con tener su comida a sus horas y dormir las siestas necesarias. Era un niño más serio e inteligente que su hermano menor, sabía conseguir lo que quería tan solo con la expresividad de su mirada, muchas veces esta asustaba a sus familiares.  A pesar de sus diferencias ambos hermanos tenían una cosa en común, no podían vivir sin el otro. Desde recién nacidos lloraban cuando eran separados, y es que su vínculo era tan grande que el solo hecho de estar a una distancia corta de separación los hacía sentir débiles.
No había que decir nada de los padres, a pesar de los problemas que causó su concepción y nacimiento a Ichimatsu y Karamatsu se les caía la baba, literalmente, por sus pequeños niños ¿Y qué pasaba con los tíos? Si los padres estaban enamorados de los bebés, los tíos ya estaban muertos por ellos. Todomatsu y Osomatsu habían unido fuerzas para llevarse siempre a los gemelos hacía sus "salidas", salidas que siempre terminaban con ambos gemelos poniéndose de acuerdo para arruinar estas a sus familiares.
No era de esperarse que, con una vida tan ajetreada como la que vivían los Matsuno, los años pasarán rápidamente.
Compartieron experiencias y momentos agradables, como las primeras palabras de los gemelos, tan diferentes como lo eran ellos. Mientras que la de Kotaro fue su propio nombre, abreviado como "Taro" la de Yutaro fue un simple y seco "mío", palabra que utilizaría muy seguido desde ese momento.
Luego llegaron los primeros pasos, siendo el primero en andar Kotaro y, seguidamente, Yutaro se le unió.
Su primera sonrisa,su primera rabieta, su primer diente caído, su primer día de escuela, sus primer amigo, su primera caída, su primer juguete fabricado por ellos, su primera lectura solos, su primer aprobado y reprobado, su primera relación, su primer beso. . .
Tanto tiempo, que pasaron dieciocho años, dieciocho cortos años con los gemelos, mostrando que a pesar de tener rostros completamente idénticos sus personalidades eran tan diferentes como él día y la noche.

Aquella mañana, como muchas otras, los gemelos debían alistarse para emprender su viaje al instituto.

— ¿Yutaro? ¡Yutaro, levanta! — Kotaro, que siempre era el primero en levantarse, se acercó a la habitación de su hermano, llamando reiteradas veces a la puerta, sin recibir contestación alguna.

Aquello se había convertido en algo rutinario. Kotaro se levantaba primero, preparaba su desayuno y el de su hermano menor y esperaba a que este se alistara para salir a impartir sus clases. El menor de ambos gemelos, al contrario que su hermano, era un completo irresponsable. A Yutaro no le importaba saltarse las clases y hacer nudillos, este solo se desvivía por los videojuegos, salir y sus tatuajes. Eran tan diferentes y a la vez tan iguales en apariencia que se hacía difícil creer que eran gemelos idénticos, solo por su rostro lo comprobaban.

— ¿Kotaro? — Ichimatsu salió de la habitación continua, sosteniendo a un pequeño bebé de apenas unos días de vida. Otro integrante se había unido a la familia Matsuno luego de dieciocho años.

Ichimatsu no había pasado un embarazo fácil, llegando a los 40 y con un pequeño problema de anemia que había desarrollado meses antes, la espera de su tercer y último hijo, o esa querían creer, fue un trago amargo de conllevar. Las constantes revisiones, visitas al hospital e ingresos por algún problema relacionado con el bebé llevaron al cuarto de los gemelos a llevar un parto prematuro, que, aunque complicado, salió a la perfección, dando como resultado a un bebé en perfectas condiciones, un poco más pequeño que sus hermanos mayores al nacer, pero igual de sano y bonito.

Esperando conocerte (One-shot KaraIchi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora