HetaRonpa [Hiatus]

Capítulo 1: Bienvenidos a la Guerra Definitiva.

Punto de vista [Japón]

Desperté en el edificio donde no reuníamos todos los países. No recordaba cómo había llegado a ese lugar, solo sé que estuve durmiendo por un tiempo. Al parecer estaba yo solo.

En la mesa en el que me encontraba había una nota. "Ve a la sala de reuniones".

Me dirigí a ese lugar tan rápido como pude. Temía que hubiera pasado algo malo, no solía haber reuniones así de improvisadas. Al llegar estaban ya todos allí.

It: ¡Doitsu, Doitsu! Japón ha llegado, ve~ –Dijo bastante tranquilo.
Al: Lo veo. Oye, Japón. ¿Tú nos convocaste a todos en este lugar? –Preguntó.
JP: No, vi una nota como todos vosotros, supongo.
UK: Ya veo, teníamos la esperanza de que fueras tú.
US: Pero si no fue Japón, ¿Quién nos reunió aquí?
RU: Esa persona vendrá, supongo.
PR: ¡Exacto! ¡Como nación sé que todo está bien!
CH: Tenía la esperanza de que fuera Japón, aru.
FR: Mantengamos la calma, seguro que es algún país aburrido con ganas de negociar.
CN: E-esto... No vendrá a cuento, pero... Mi oso ha desaparecido.
US: ¿Qué? Oh, vaya. Eso es terrible. ¡EL HÉROE LO RECUP...! Oh, si está encima de la mesa.

[Narradorx]

Todos miraron sobre la mesa. Ahí estaba Kumajirou. Sin embargo, tenía una apariencia extraña. Su mitad izquierda era negra y su mitad derecha era blanca. En la parte oscura tenía un ojo en forma de rayo rojo, mientras que en la clara era un ojo negro normal.

CN: Esto... ¿Qué te han hecho, Kumajirou?
CH: ¡Así se parece un poco a un panda!

??: Canadá, ya no tengo nada que ver contigo. Y no me llamo Kumajirou...

CN: ¿Qué estás diciendo?

MN: Mi nombre ahora es Monokumajirou. Upupupu...

JP: Algo no va bien...
UK: Tengo un mal presentimiento.

MN: Como podréis comprobar, estáis encerrados en este edificio.

Todos miraron las ventanas, las cuales estaban selladas y era imposible destruirlas. Estaban atrapados.

MN: Ahora bien. Para salir de aquí tenéis que asesinar a alguien. No importa la forma, solo debéis matarle, ya sea con veneno, disparos, bombas... Eso sí.
¡No podeis ser descubiertos!
Upupupu... En otras palabras –Sacó como unas garras de una de sus patas.– Debéis iniciar una guerra entre países. Sin bandos. Todos contra todos. Lo llamaré la Guerra Definitiva. ¡Buena suerte!

AL: ¡No hay forma en que mate a mis amigos! ¡No soy capaz!
MN: ¿Eh? ¿Quieres pelea? Soy un oso que pelea hasta el final.
AL: Si tengo que morir por protegerlos, lo haré.
MN: ¡Peligro, peligro! ¡Ayuda! –Una especie de alarma empezó a sonar.–
IT: ¡Esto es malo! ¡Doitsu, aparta! –Lo empujó y se colocó en su lugar, donde no tardaron en aparecer varias lanzas, atravesando al italiano por todo su cuerpo.– ¿P-por qué? V-ve...

Italia estaba muerto. El juego iba en serio, todos iban a tener que asesinarse unos a otros en una guerra entre países.

AL: Italia... Realmente él... Se sacrificó por mí.

Todos estaban asustados, Alemania estaba junto al cadáver de Italia llorando. Ya nadie confiaba en nadie.

MN: Si nadie es asesinado en estos tres días moriréis todos. Upupupu.~

-QUEDAN 9 PAÍSES-