Desde pequeña fui el orgullo de mi padre, siempre lo obedecía y cumplía con sus expectativas en todo, pero eso lo aprendí a fuerza de ver fracasar a mi hermano en cuanto a mi padre refería, supe como complacerlo a pesar de que fuera de sus ojos hacia lo que quería y era de todo menos un orgullo. Tenia 12 años cuando mi padre descubrió a Yoongi cariñoso con otro chico, le grito de todo y lo echo de la casa, poco tiempo después de eso mis padres se divorciaron, mi madre no soportaba ver como ese hombre abandonaba a su hijo, sus diferencias luego de eso crecían cada ves mas, así que huimos a Busan. Por supuesto no corrí con la misma suerte de Yoongi y aun así mi padre al graduarme con honores me dio una cafetería para vivir de ello, no le importo que no estudiara y lleve una vida cómoda sin preocupaciones. Odiaba eso, odiaba saber que era el orgullo de mi padre cuando no me lo merecía, odiaba y me dolía sobremanera saber que mi hermano a pesar de sus esfuerzos jamas sera reconocido por mi padre.
Me encontraba bajando las escaleras seguida de Min Jae, me dirigí a la cocina, mi mañana se había arruinado, no saldría a correr ni mucho menos abriría la cafetería por mi cuenta, por lo tanto envíe un mensaje de texto a mi mejor empleada para que se encargara de ello, luego me dispuse a preparar un gran desayuno, todo ese jaleo me había dado mucha hambre.
- ¿Cómo lograste que se fuera? - Pregunte curiosa, aunque por la expresión de satisfacción de Min Jae supe que no debí haber preguntado, el muy descarado saco un arma de su pantalón como si se tratara algo normal para mi, el era policía y naturalmente se aprovechaba de ello.
-Demasiado fácil, es un cobarde, por cierto ¿Por qué tenia la nariz rota? - Dijo guardando el arma nuevamente. Simplemente me encogí de hombros restándole importancia al asunto mientras dejaba el desayuno sobre la meza pero a Min Jae pareció darle mucha gracia.
-Min Jae...
-¿Mmm?
-¿Cómo crees que me recibirá mi hermano si voy a verlo?
-Song Ji tu hermano te ama, quítate de la cabeza que el no te quiere, no es así. - No pude evitar poner una expresión de duda en mi rostro.
-Hace dos meses aproximadamente el paso por aquí, olvido su ropa de cambio, podría ir con la escusa de devolvérsela y aprovecharía para conocer Seúl.
-No creo que necesites escusas, pero es una buena idea - Dijo mientras devoraba el desayuno - Debes hablar con tu madre sobre ello.
Luego de terminar el desayuno, Min Jae vendo la mano con la que había golpeado a Ya Hyun y se fue. Con un poco de nerviosismo marque el número de Yoongi pero no me contesto, mire la hora en el celular , 7:30 de la mañana, si aun lo conocía bien, estaría durmiendo. Opte entonces por hablar con mi madre, cuando cumplí los 18 ella decidió dejarme la casa para mi sola así que se mudo a unas cuadras de aquí. Tome mi computador portátil, lo coloque en mi mochila y me dirigí a verla. Estaba por golpear la puerta de entrada cuando del patio trasero un perro enorme se dirigía hacia mi corriendo, reaccionando lo mas rápido que pude salí corriendo en dirección contraria a la que venia, mier... maldición con este chucho, lo que no había corrido esta mañana lo estaba haciendo ahora. Las piernas comenzaban a fallarme y justo cuando creí que rodaría en el suelo y luego seria devorada por un oso enorme dejando nada mas que mis calzones de vieja cómodos se escucho un silbido que hizo regresar al perro.
¿Qué? para correr no necesitaba usar tanga de encaje ¿Verdad? esos calzones eran mata pasiones pero aun así los amaba. Pare en seco y regrese a la casa de mi madre jadeando, al acercarme me encontré a Jungkook acariciando al perro.
-¿Ese oso peludo es tuyo? - Le dije aun recuperando la respiración.
-Song Ji, que agradable es volver a verte, realmente creces muy rápido - No se por que, pero al decir eso lo dijo mirándome los escasos pechos que poseía, el zarrapastroso se estaba burlando de mi. - Si, el perro es mio
-¿Por qué salio de la casa de mi madre?¿Tu no vivías en Seúl?¿Qué haces aquí?¿Le paso algo a Yoongi?.
-Hey deberías calmarte - Dijo levantando las manos con una expresión divertida en el rostro, sonaba histérica pero no me importaba. - Vine a visitar a mi familia y decidí pasar a ver a tu madre, después de todo no llevamos muy bien. Yoongi esta bien, no te preocupes por el.
Comencé a caminar hacia el portal nuevamente y esta ves al golpear la puerta el perro me miro suplicante por algo de amor, era obvio que era uno de esos que les gustaba recibir amor de un extraño, así que acaricie su enorme cabeza. Jungkook simplemente se adelanto y abrió la puerta con la llave correspondiente, el solo me miraba con una sonrisa. Al entrar encontré a mi madre preparando un desayuno seguramente para el individuo masculino que se encontraba detrás de mi
-Song ji - Dijo mi madre con un abrazo - Me alegra que hayas venido, ven siéntate, te haré el desayuno. - No dije nada acerca de que había comido antes de venir, lo se, soy una gorda de alma.
- Muchas gracias -Dije con una expresión de niña buena en mi rostro
Durante el desayuno le explique a mi madre todo lo sucedido esta mañana, a lo cual ambos me miraron preocupados, pero eso paso a un segundo plano cuando comente que quería ir a Seúl, no sin antes hacerle prometer a Jungkook que no le dijera nada a Yoongi sobre lo que acababa de contarle, me encargaría de eso mas tarde. Con el consentimiento de mi madre me dispuse a comprar el billete de avión para ir a Seúl junto a Jungkook...