Prólogo:
Sueño, estoy soñando... Hacía mucho que no soñaba nada, todo me resulta tan familiar, mamá sonríe mientras que con su mano derecha coge un cucharón, se lo que viene ahora, era uno de esos momentos que solía repetirse en nuestra mesa día tras día como si de un ritual se tratara. Se dedicaba a sonreír mientras servía un poco de sopa para cada una. Yo se que a ella le dolía, no podía cuidarnos como ella quería, pero por suerte no es que fuéramos de mucho comer.
Papá nos mira sonriendo, se ha servido menos de un cuarto plato de sopa - ¿Cómo fué vuestro día?- Pregunta dirigiéndonos la mirada.
Saskia y yo nos miramos, no sabemos muy bien cómo responder esa pregunta... Cada una tiene su mundo, ella se dedica a la caza furtiva de ricachones y yo por mi parte me dedico a los pequeños hurtos en el mercado de trueque.-Hoy fuí con Amy a dar una vuelta por el mercado- Se apresuro a contestar, Saskia sabía que mientras más se lo pensara menos creíble seria su coartada. Se me escapó una risita, a lo que ella respondió con un codazo en las costillas.
-¿Y tú, Cali?- Preguntó, llegó el momento incómodo, todo lo que yo hiciera no estaba bien visto en mi familia, ni jugar con los vecinos, ni mucho menos los hurtos en el mercado. Opté por la opción más sabia -Estuve dando una vuelta con Alec...- Sabia que nuestro vecino, Alec, le agradaba a mi familia, no era lo suficientemente salvaje ni lo suficientemente nenaza. Era bastante animado y extrovertido, pero un niño que no disfrutara de las peleas de barro, ni los juegos de pirata no era de mi interés social. Pero aún así sabía que él me haría el favor de confirmar mi coartada como Amy se la confirmaría a Saskia.
La cena sigue como siempre, anécdotas de papá, cotilleos de mamá y alguna que otra risa de Lara desde la habitación.
Pero todo se empieza a desvanecer, siento como mi vista se nubla, la sonrisa de mamá ya no está definida, papá ya no me mira, todo se vuelve oscuro... Solo queda el recuerdo de el olor, intento atraparlo, ese olor tan familiar... Inspiro y retengo, intento retenerlo todo, las sonrisas, las caricias... Incluso aquellas pequeñas discusiones entre Lara y Saskia... Pero nada.
Un resplandor me golpea, "¡Bienvenida a la realidad!", intento cubrirme los ojos, esa luz está eliminándolo todo... Ahora ya no queda nada, ni caricias, ni sonrisas, se que en el momento en el que los abra perderé, otra vez... Todo.
A duras penas soy capaz de incorporarme... Creo que mis heridas han empeorado y a su vez el dolor ha aumentado. Intento con gran dificultad comprobar cómo se encuentra mi brazo derecho, fué el que más sufrió en cuanto a cortes... -Mierda!...- Exclamó... La arena ha acabado filtrándose en la herida y su tonalidad no es que sea muy normal, espero que esta no acabe por matarme... No es que yo sea una "damisela" que se preocupe de cicatrices, soy de aquellas que se preocupan más por la propia supervivencia que por el arte de la feminidad…
A la vez miro como se encuentra mi pierna, por lo que parece, esta no es que haya corrido más suerte... Por la falta de movilidad en ella creo que por lo menos rota esta...
Me estiro de nuevo, esta vez me coloco boca arriba situando el brazo encima de mi pecho. Me empiezo a dormir, a desmayarme o quién sabe si a morir de deshidratación, desnutrición o quizás pura y simplemente de locura, una lástima ya que siempre he pensado que mi muerte sería mucho más entretenida que no en una triste y aburrida isla del norte...
Algo me despierta, una multitud...Risas y gritos... Me pregunto -¿Son ellos? ¿Vuelven a rematar la faena?
Logro arrastrarme unos metros en un intento de huida, pero esto agudiza muchísimo el dolor, con dificultad llego hasta un árbol y para mi suerte y esperanza encuentro un tronco lo suficientemente fuerte como para sostenerme hasta que yo aguante. Lo intento, una y otra vez, en el tercer intento al fin lo consigo.
Me apresuro, quizás con mis últimas fuerzas para adentrarme dentro de la selva. Un paso, otro paso... No sé cuanto he recorrido, pero de repente el suelo se ha acabado.
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Cali, por venganza y amor.
AdventureCali hija de pobres pescadores decide huir y vivir su propia vida con tan solo 9 años, lo que no sabe es que esta decisión le llevara a peligrosas y dificiles situaciones, amara, llorara y peleara por aquello en lo que cree. Vivira por venganza y am...