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Ya habían pasado siete días desde que Shiro  y Keith habían vuelto del cuartel de la espada de Marmora. Desde ese día Keith había estado encerrado en su recámara, sin dejar entrar o salir a nadie.
Lance supuso que debía darle un tiempo de aceptación, o adaptación, ya que tanto Keith como el resto de la tripulación se habían enterado de que el pelinegro era un galra, sin embargo, empezaba a preocuparse.
Los demás ya habían intentado hablar con el, el segundo día que no había salido de su habitación; tanto Shiro, Pidge, Hunk e inclusive Corànn habían intentado ir a hablarle, pero Keith nisiquiera había abierto la puerta. Allura insistía en que ya se le pasaría,  que no era necesaria tanta preocupación, y cada vez que se intentaba hablar de galra Keith, o simplemente de Keith, ella eludía el tema, o ponía una cara de fingido interés.
Lance ya estaba harto de toda esta situación; quería que todo volviera a ser como antes, cuando competía sin razón con el paladín rojo y este si salía de su habitación.
Como sabía que no podría entrar a la habitación del chico sin su permiso (y de seguro Keith no lo permitiría) se decidió por pedirle ayuda a Pidge.
- Estás loco.- fue lo que le contesto la chica apenas él le comentó la idea.- ¿Sabes que te matará apenas pongas un pie en su habitación? Y la siguiente seré yo, tenlo por seguro. ¿Sabes que me hará si heckeo la puerta de su habitación para que tú entres? Puré de Pidge.
- Vamos Pidge, por favor. No podemos seguir siendo cuatro paladines durante mucho tiempo  más. ¿Y si Zarkon nos ataca mañana? Necesitaremos a Voltron, y no podemos armar a Voltron con solo 4 leones, o si?- La chica rodó los ojos.- Se que tú también estás preocupada por Keith, a que si?
- Bien! Pero si llega a no funcionar tu estupido plan, y terminas muerto a manos del único galra que tenemos por amigo, yo no te ayude. Entendido?
- Hecho; trabajo solo. Capitán- Dijo Lance haciendo un saludo al estilo militar. Ella volvió a rodar los ojos, y se dio vuelta para dirigirse a la sala de control.
- Lance, otra cosa; solo puedo abrir la puerta una vez, si te saca, no volverás a entrar.
Él trago duro. Sería una tarea dificil.

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Ese mismo día, luego de la cena Lance se dirigió a la habitación de Keith. Se había pasado planeando que decirle y había formulado distintos tipos de situaciones posibles durante toda la tarde, sin embargo no se había imaginado nada parecido a lo que vio al entrar en la habitación del paladín rojo; toda la habitación estaba en penumbra, apenas si se podían distinguir las siluetas de la cosas. Hubiera esperado ver un gran desborden, o cosas tiradas por el suelo, o a Keith tirado en la cama, o tumbado en el piso, pero no. Todo estaba en un impecable orden, inclusive la cama. Al costado de esta, apoyado contra la pared estaba un bulto tapado por una manta. No le costó mucho saber que eso era Keith. Se acercó lentamente.
- Hey, Keith...- Empezó bajito, casi en un susurro.
- ¿Que quieres?- Escucho que respondía brusco, su voz se escuchaba rasposa, como si tuviera un nudo en la garganta.
- Vamos, hace siete días que no sales de tu habitación, no crees que ya es hora?- El moreno se acercaba lentamente al otro, que escondía su cara y su cabeza con una manta que le pasaba por encima.
El pelinergro negó con la cabeza.
- Ya vete.
- Keith...- Lance acerco una mano hacia su cabeza, acariciándola un suavemente- Todos están preocupados.- El aludido negó con la cabeza otra vez.
- Lance, basta. Eso. No es verdad.- Keith dijo eso en un tono tan bajito y triste que al paladín azul se le encogió el corazón. Sentía unas enormes ganas de consoloarlo.
- Pero que dices? Te necesitamos. Te quiero a mi lado.
- Lance, soy un galra... Soy parte del espécimen que acabó con la familia de Allura, el que está conquistando y masacrando a miles de planetas en el universo.- el pelinegro hizo una pequeña pausa- Lance, soy un monstruo.
Keith levantó la cara y lo miro a los ojos; los tenía llenos de lágrimas, la piel de su frente era levemente lila, y tenía un par de orejas sobre su cabeza.
Lance se quedo estático, estaba seguro que no existía nada más lindo en todo el universo.
Keith entendió el silencio como un rechazo, y se arrepintió de haber mostrado su cara segundos atrás. Bajo lentamente su cabeza, intentando no dejar caer ninguna lagrima.
Lance sintió el impulso de abrazar fuertemente al chico, y no lo reprimió. Sus brazos rodearon lentamente al galra, que quedo estático unos segundos.
- No seas tonto, no eres un monstruo, solo eres Keith. No estás solo en esto, si?
El pelinegro  asintió con la cabeza y se escondió en los brazos del morocho, rompió en llanto. Se sentía aliviado de saber que no estaba solo, y que podía contar con Lance, a pesar de que siempre estuviera molestándolo. Sintió como el paladín azul acariciaba lentamente su cabeza, y el sueño le ganó. Antes de dormirse se decidió a salir y disculparse con todos al día siguiente.

Por otro lado, Pidge observaba contenta la escena de reconciliación. Agradecía la falta de privacidad de las naves, y lo fácil que era acceder a las grabaciones de las cámaras.
- Al parecer no habrá puré de Pidge...

Hola! Aquí yo de nuevo luego de varios años/meses si publicar absolutamente nada! No me llevo muy bie. Con las historias largas, así que me decidí por un one short de uno de mis recientemente adquiridos ships; este es el klance, del anime (¿?) Voltron legendary defender (o algo así...). Eso es todo por ahora, nos estaremos viendo. Chao!

It's okay - klance one shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora