Lo que dejamos en Venezuela

16. Me usaste

15 de Diciembre

5 días en una relación. Y todo me parecía tedioso, sus llamadas ya no me estallaban en risa. Me fastidiaban.

-Por qué soy así?- me reproché.

Era yo quien había escogido a Cristian desde un principio. Estaba dolida por la manera en como Samuel me dejó a un lado, solo para volver a su deseada modelo. Quizás Cristian no era un modelazo pero creí que sería suficiente para sustituir a Samuel, algo erróneo de mi parte.

Un clavo no saca a otro clavo, solo estropea más la madera. 

No quería causarle daño a Cristian. Él no tenía nada que ver con lo que Samuel me había infligido. Y por el bien de ambos, decidí ponerle fin a nuestra relación.

Fui a su casa, me recibió con alegría. Un largo abrazo el cual no interrumpí. Próximamente ya iba a ser con él lo suficientemente cruel.

Sentados en su mueble comencé a explicarle seriamente pero sin llegar a dar detalles.

El rostro alegre de Cristian ahora solo expresaba decepción.

-En verdad, lo siento mucho. Dije.

-Me usaste. Respondió herido.

No supe que decirle. De qué manera podía contradecirle? tenía razón, lo había usado.

-Tengo que irme. Dije.

-Sí, mejor. Respondió fríamente.

Apenas salí cerró con un portazo. Era evidente que Cristian había asimilado todo de la peor forma. El rompimiento y ante todo, las razones del mismo. Caminé sola a la parada para tomar bus. Sin saber exactamente como sentirme. Eran dos emociones entremezcladas. Paz por haber culminado con una relación no reciproca, porque sé que Cristian me quería y yo a él pero no de la misma manera. Y por otro lado, tristeza por la actitud que decidió tomar.

...

Ahora no tenía a Samuel ni a Cristian. Mi vida volvería a ser como antes. Convivir una que otra vez con mi mejor amiga y sus amistades, mis lecturas de psicología y los estudios. Mi aburrida e intelectual vida.

24 de Diciembre

10:30 p.m.

Gaitas sonaban por doquier. Música tradicional decembrina venezolana.

Nunca fui muy fan de este mes. De la navidad.

El usado rojo y verde para las decoraciones me parecían dignos de un llamado a Fashion Police o en este caso, se le llamaría Decor Police *risas*

Tampoco eran de mi gusto las hallacas. Y pensándolo bien, qué loca era.

A pesar de tantas cosas que me desagradaban de esta fecha, había algo que me parece lindo y contrarrestaba mi disgusto: la unión familiar, la alegría.  Los venezolanos parecían disfrutar como nadie de la navidad y eso estaba bien.

Estrenaba  un vestido floreado el cual usaba para complacer a mi madre. En conjunto a unos tacones bajos.

-¡Te ves bellísima Andrea!- exclamó contenta mi mamá.

-Verdad qué se ve hermosa amor?- le preguntó a mi papá esperando su afirmación.

-Claro que si. Le dio la respuesta que esperaba, como siempre.

El timbre sonó y mi mamá fue a dar un vistazo. 

  ¡Andrea te llaman! 

Gritó.

Eran Anais y Wallace haciéndome visita.

Anais vestía un crop top negro con una falda roja pegada al cuerpo. Le sentaba bien debido a su complexión delgada. Sandalias negras y un maquillaje exagerado que minimizaba lo bien que le quedaba aquella vestimenta.

Wallace usaba un suéter color oliva por dentro de un pantalón beige. Zapatos negros. Se veía bien. Siempre he pensado que incluso usando una bolsa negra seguiría siendo atractivo.

El papá de Wallace en vez de un pene tenía un pincel. Sería la única lógica razón para que él estuviese tan bien hecho.

-Qué tal? cómo la estás pasando?- dijo Wallace para luego abrazarme.

Dios, olía tan rico.

Instalé mi nariz en su cuello para absorber tan delicioso aroma.

Se echo a reír.

-¡No me respires en el cuello!- exclamó en risas.

-Hueles muy rico. Le dije.

-Soy cosquilludo. Respondió.

Al despegarme de Wallace la cara de Anais era un poema.

-Y esa cara?- le pregunto.

-Tu amorío con Wallace. Dijo.

Las mejillas de Wallace se tornaron rosadas al escuchar las palabras de Anais. 

Me limité a reír y decir:

-Pendeja- y voltee a ver si Wallace reía también. Pero se mantuvo en silencio.

Los invité a entrar y mi madre nos ofreció ponche de crema.

-Cómo es que un muñeco como tú está forever alone?- le pregunta atrevidamente Anais a Wallace para luego beber un sorbo de ponche.

-Pues alone seré pero forever no. Solo espero la indicada. Responde plantándome sus ojos azul verdoso.

-Qué rayos?- me dije.

Fui incapaz de sostenerle la mirada. Apenada, la desvié hacía Anais.

-A caso ustedes tienen algo y no me habían dicho nada?- preguntó Anais molesta y confundida.

Wallace no emitió palabras. Me miró esperando que yo respondiese por ambos.

-No tenemos nada. Le respondí firmemente a Anais.

-Y por qué tanto amor?- preguntó Anais, dudosa.

Me eché a reír.

-Solo estoy de buen humor y pues, él no sé. Por qué? estás celosa?- le pregunté.

-Te gusta Andrea?- le preguntó Anais imprudentemente a Wallace. Ignorando mis preguntas.

Wallace quedó estático un momento pero luego cayó en cuenta y dijo:

-Si crees que es porque la miré cuando te explicaba que esperaba la indicada estás loca. La miré porque quería ver si también ella quería preguntar algo al respecto. Respondió sabiamente el catire.

-Menos mal, por un momento pensé que...- me dije.

Recibí un mensaje.

número desconocido: Feliz navidad Andreita <3