isco alarcón

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Ser amiga de un jugador del Real Madrid puede tener sus ventajas. Excepto cuando no eres del Real Madrid.

Cada vez que iba a ver entrenar a mi querido amigo, tenía que aguantar las mofas de sus compañeros hacía mi tan apreciado equipo. 

Álvaro les pedía que me dejaran en paz pero en el fondo el también odiaba al Barça tanto como ellos. Aunque no podía molestarme, ya que yo odio a su equipo. Ni preguntéis cómo no nos hemos matado aún.

En día del clásico, yo fui hasta el Bernabéu con una camiseta que iba a dar para más mofas de lo habitual. 

El número 3 del, para mi, mejor equipo del mundo, estaba en mi espalda, y no es ningún secreto la rivalidad que hay con este jugador en concreto.

Álvaro me dijo que al menos esperara hasta el partido para ponérmela, pero obviamente no le hice caso.

Zidane me miró divertido al verme, sabía que quería provocar a los chicos antes del partido.

-Te van a matar -dijo entre risas-

Reí con él y me dirigí a donde se encontraba el resto.

Mi amigo negó al verme llegar así.

-¿No había otra camiseta? ¿En serio? -fue Lucas el primero en hablar-

-Deberían multarte por entrar con la camiseta de semejante personaje -continuó Ramos-

-En vez de soltar mierda podíais terminar ya de calentar para que ese "personaje" y su equipo no nos machaquen -soltó Isco de repente-

Todos nos quedamos mirando para él en silencio, normalmente era de los que más bromas hacía.

-¿Qué? ¿A caso soy el único que quiere ganar? Poneros a trabajar ya, hostia.

-Alguien se ha levantado de mal humor -ni me fijé en quién dijo eso-

-Cállate, imbécil.

No tardaron mucho en calentar y sin darme cuenta llegó la hora del partido, el cual también se me pasó rapidísimo. 

Acabó 3-2 a favor del Real Madrid, para mi desgracia.

Fui a buscar a Álvaro. Iba cabizbaja pensando en qué es lo que pudo fallar hoy. Cuando empezaron tenían las de ganar y de repente el partido dio completamente la vuelta...

Sin darme cuenta me choqué con algo. Más bien alguien.

-Lo siento...

-No pasa nada. Siento que tu equipo haya perdido -trató de sonreír pero le salió una mueca-

-¿Sigues de mal humor?

-¡No estoy de mal humor! -gritó más de lo que pretendía-

-Vale...

-Lo siento, es que no he tenido un buen día ayer y de verdad que estoy intentando no pagarlo con nadie pero me cuesta.

-Bueno, hoy me defendiste en el calentamiento, tal vez no te cueste tanto no pagarlo con los demás.

-Pero contigo es diferente.

-¿Por qué? -lo miré curiosa-

-Porque tú... Olvídalo, tengo que irme.

-Está bien... 

Se dispuso a irse pero no pasaron ni dos segundos y ya estaba a mi lado de nuevo.

-¿Sabes qué? A la mierda todo. Acabo de marcar dos goles, y no debería estar amargado. Y me da igual lo que Álvaro me haya dicho sobre no acercarme a ti. Me gustas. Y mucho. Me encanta verte picada cuando los chicos y yo nos metemos con el Barça, cómo tú nos las devuelves con pullitas al Real Madrid. Me encanta verte con esta horrible camiseta porque en ti queda preciosa. Joder, que me haría culé por ti si hiciera falta. Me encantas. Demasiado.

Dicho eso me besó y puedo asegurar que se me olvidó que mi equipo acaba de perder contra los vikingos.

Porque en ese momento no importaba nada más que él y yo. 

One Shots - FútbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora