Mientras en la profunda noche escribo poemas dulces, la naturaleza fría los amarga con el canto de los grillos y las luces de luciérnagas que vagan tal vez buscando poco amor, como yo.
Que entre la maleza fresca se esconda tu corazón y lo custodie el veneno de mil serpientes es exactamente sobre lo que escribo, pensé que era frío el verdor de las flores, pero es más helado y venenoso el corazón de piedra de una doncella.
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Flores marchitas
Poesia"Los corazones rotos escriben poemas, los corazónes enamorados los leen"