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En el kínder me acusan de no tener papá, ¿es malo no tener papás? Dicen que quien me trae y lleva a casa es muy viejo para ser mi papá, no creen que sea mi papá, yo les digo que lo es para que no me molesten más. 

Todos tienen dos papás, casi siempre vienen dos personas sonrientes por cada uno de mis compañeros. El papá de Paula viene todos los días con una mujer muy bonita, Paula dice que será su nueva mamá y que la quiere mucho. Le pregunté al abuelo una vez dónde podemos conseguir a una mamá que me quiera mucho así como esa linda mujer quiere a Paula; el abuelo dice que no es posible eso, porqué para tener una mamá, debe haber un papá.

Sé que ya no puedo tener un papá porque el único que tenía ya está en el cielo, pero ¿Por qué no puedo tener a una nueva mamá? Soy buena con las personas, el abuelo dice que soy una niña muy tranquila, hago mis deberes y que cualquiera estaría tan orgulloso como él de tenerme. No entiendo porque mi mamá no me quiso, aunque me diga que me quiere no lo creo, las personas que te quieren no se van sin decir adiós y se olvidan de ti cuando eres bebé. Sé que no debo enojarme con ella, el abuelo siempre dice que enojarse es malo, y no debo enojarme con la persona que me trajo en su pancita por meses, me dejó con la persona que me quiere mucho y que cuida de mi todo el tiempo.

No estoy enojada con ella, solo quisiera hacerle una pregunta cuando vuelva: ¿Por qué nos dejó a papá y a mí?

•••

El abuelo me lleva siempre de la mano de camino a casa; como todos los papás llevan a sus hijos. Por eso le digo papá abuelo, a él parece que le gusta porque sonríe siempre que se lo digo, sonrió también cuando lo hace porque dice que tengo la sonrisa de mi papá.

Hay fotos de papá en un álbum, en todas está serio, mi abuelo dice que en las que sale feliz las escondió en una caja y las enterró lejos de casa, me dijo que son fotos donde sale con mamá y lo ponen triste.

— ¿Sonrió después de mamá? —le pregunté una vez mientras coloreaba un dibujo que Carlos me regaló antes de salir del kínder.

—Todo el tiempo cuando te miraba —me puso feliz la primera vez que lo escuché decirlo—, eras su tesoro más preciado, Francesca. Papá te amaba muchísimo, nunca lo olvides.

No recuerdo a mi papá, me hubiera gustado recordar al menos el sonido de su voz, diciendo cuanto me quiere, así como el abuelo lo hace todas las mañanas al levantarme y pedirme que baje a desayunar.

Quisiera decirle que yo también lo quiero y lo mucho que me hubiera gustado que me llevara de la mano al kínder.  

Abuelo, cuéntame de papá (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora