...

46 1 0
                                    

Te escribo para mantenerte vivo, para creer que aún estás aquí y yo contigo; hoy ya ni tu esencia queda. Para mantenerme libre y a ti conmigo. Hoy aunque extraño mis manos entre tus manos cada día al atardecer recuerdo que aunque estén ya no me sostienen entonces, ¿para qué? Y si hoy llegaras y preguntaras si quiero que te quedes te diría que no porque no necesito que lo preguntes, no necesito que necesites respuesta, no necesito a alguien quien sienta tan poco por mi persona, ni que aún lleves contigo mis listones amarillos ya no me trenzaras el cabello entonces, ¿para qué? ¿Para qué regresas si te volverás a ir? Y por eso te escribo, porque sólo aquí te conservo para siempre. Aquí me sigues trenzando el cabello y atando las agujetas, aquí aún tengo tus manos tibias y tus historias de madrugada, aquí aún te cuento mis pesadillas...

SiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora