24 de septiembre

30 2 0
                                    

Él dejó de tocarme la guitarra, yo decidí cortar mi cabello. Hoy el toca al par de la lluvia, hoy mi cabello creció cual flor.
"La mala noticia: todo cambia. La buena noticia: todo cambia"

Mi cabello ha crecido, hoy es largo y más bonito, no es el mismo que hace unos años antes de que decidiera cortarlo, tan sólo quiero contarte que probablemente sea mejor ahora, igual que cuando lo imaginabas.
Tan sólo quiero contarte acerca de lo bonitas que veo las nubes ahora aunque ya no estás, y sí, a veces te extraño, todos los días cuando el cielo es morado en esa pequeña parte entre el rojo y el azul, lo curioso es que hoy tampoco quiero escribirte.
He tenido que protagonizar algunas conversaciones imaginarias contigo, sustituyéndote, desde mi perspectiva no es un monólogo, ahí estás tú y aunque en ocasiones no dices nada, ahí está tu imagen presente, me queda buscar un poco de tu esencia porque mi amor, yo ya casi no te recuerdo para mi mejor, yo ya casi no te siento.
Imagino que aún te escribo pero no me concedo el derecho a tomar hoja y pluma pues tan sólo en aquella parte de mí que me cedí para siempre desvivirme metafóricamente por ti, ahí ordeno las letras de cada carta, relato o historia sobre mis días sin ti, ya sólo lo ordeno y lo repito en mi memoria durante algunos días hasta que lo olvido o ya no le encuentro sentido a las palabras, hasta que las letras se quedan sin color, se quedan sin vida, hasta que se quedan pequeñitas y se extinguen igual que estrellas.
Así va todo ahora que ya no sé cómo escribir sin escribirte sabiendo que no hay que pueda obtener de tu figura, no puedo contar sobre lo bonita que es tu espalda o tus tobillos porque no, no son bonitos, no hay nada bonito. Estéticamente no tienes magia, esencialmente no tienes nada, por eso ya no quiero escribirte.

SiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora