Diario de una romántica empedernida

Día 1,111

-Hija, por favor entiéndeme, -suplicó mi madre- yo solo he querido lo mejor para ti.

-Lo sé perfectamente, mamá, pero nunca te detuviste a pensar en lo que yo quería para mí, lo que me gusta y apasiona; lo que amo.

Ya me estaba alterando. Odiaba tener que estar en aquella cama hasta el medio día, y mi madre no me estaba ayudando a llevarla bien.

-Reconozco que me equivoqué, lo siento. -dijo desesperada.

-Oye, todo está bien. -susurré al verla tratar de contener las lágrimas sin éxito. Me incorporé de la cama y acaricié su pelo con cariño- Es un poco difícil tenerme como hija, ¿no? Soy muy cabezona algunas veces. -me reí de mi realidad.

-No digas eso. Sí eres muy obstinada, pero siempre he admirado tu actitud independiente.

Nos abrazamos por varios minutos en símbolo de paz, nos limpiamos las lágrimas y sonreímos apenadas. En ese instante se abrió la puerta dejando ver a Eric.

-Eres un metiche, siempre llegas a interrumpir mis conversaciones.

-No haría bien mi trabajo como hermano de no ser como soy. -se burló.

-No la molestes. -reprochó mamá.

-Vaya vaya. Se reconcilian y ya te pones en mi contra.

-No seas sensible.

(...)

La puerta volvió a abrirse, y esta vez quien entró fue Lelfi. Me miró directo a los ojos comunicándome que quería hablar a solas conmigo.

-Eri, mamá, ¿podrían dejarnos a solas, por favor?

Mientras salían Lelfi se movía de un lado a otro como pensando si decirme o no. Ponía sus manos en la cabeza, luego en la cintura y finalmente en los bolsillos. ¿Nervios dónde?

-¿Qué sucede? -me puse alerta cuando clavó sus ojos impacientes en los míos.

-Edgar habló con la enfermera que está a tu cuidado sobre la voz que escuchaste y no logras reconocer. -se contuvo unos minutos y miraba a todos lados para no encontrarse con mi mirada inquieta y alarmada.

-Bien, continúa. ¿Qué dijo ella?

-Esto... Ella está, está segura de que...

-¡Dilo ya, Lelfi! ¿Qué dijo? -lo tomé por los hombros y comencé a sacudirlo con brusquedad. En su mirada se notaba la inseguridad y el nerviosismo- ¡Habla!

-Ella asegura que ése hombre dijo ser tu padre. -ambos tragamos en seco. Habló súper rápido, pero yo pude entender a la perfección lo que dijo. ¿Mi padre? Pero si mi padre está muerto desde antes de yo nacer.

-¿Estás seguro de que ella dijo eso?

-Sí... Y eso no es todo.

-¡Habla de una maldita vez! -le grité.

-Edgar fue al destacamento luego de haber recibido una llamada de los detectives... Algo relacionado con unos mensajes que has estado recibiendo, y dicho sea de paso no le has dicho a tu madre ni a Eric, y tal parece que dieron con esa persona.

-Maldición, ¡me voy a volver loca!

Comencé a respirar de forma agitada, me faltaba oxígeno, me faltaba todo. Necesitaba salir de allí cuanto antes, así que fui quitándome todos los estúpidos cables e inyecciones que tenía conectados, pero Lelfi me agarró las manos para impedir que continuara.

-Amalia, por Dios, ¡si sigues así te van a dejar hospitalizada!

-¿Acaso no entiendes que debo salir de aquí cuanto antes? -lo fulminé con la mirada. Él alzó una ceja, negó con la cabeza, y finalmente suspiró.

-Claro que lo entiendo, pero si te ven en este estado no te darán de alta al medio día... aunque ya que te arrancaste parte de todo esto, no dudo que te dejen hasta mañana -me reprochó como un padre a su hija de cinco años.

-Tienes razón... -¿Y yo cómo diablos iba a dejar esos aparatos como estaban antes?

-Él viene de camino. Me pidió que lo esperara a solas contigo, pero que no te dijera nada. Y pues...

-¿Sabes lo que te espera, no? -sonreí con las cejas alzadas. Puse mis manos a la altura de mi pecho, mientras el suspiraba profundamente.

-Estoy dispuesto a atenerme a las consecuencias de mis actos, pero no pude quedarme con eso por dentro; tu merecías saberlo cuanto antes.

Nos quedamos en silencio por varios minutos, en espera de que el otro hablara, pero yo particularmente no sabía que decir. O sea, por su parte, Lelfi tenía razón, y de verdad le agradezco su honestidad; pero también entendía a Edgar, él quiso ser quien me informara de todo para así buscar una solución juntos... Como siempre.