《 PARTICULARIDADES 》

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Antes de explicar en el jodido marrón en el que estábamos, voy a explicar las dudas que tenéis del primer capítulo. Conocí a Hoseok en la escuela, y mi padre conoció a Sun Hee en la empresa de los héroes más conocidos de Japón. Hoseok de aquella sólo iba a pasar un curso en Japón para aprender lo máximo posible de sus particularidades y controlarlas. Su particularidad era la Gravedad Cero. Su madre tenía la particularidad de hacerse gigante o pequeña, dependiendo de la situación. Durante ese curso, Hoseok fue el único que me habló. Realmente lo agradecía, pero cuando descubrí que su madre y mi padre estaban empezando a tener una relación, y él lo sabía, y me lo ocultó, dejé de hablar con él. Y volví a quedarme sola. En clase estaba sola, comía sola e iba a casa sola. Él siempre intentaba arreglarlo, pero no quise volver a hablar con él. Cuando acabamos el año académico y nos graduamos, en la cena familiar salió la noticia de la mudanza a Corea. Sun Hee y Aizawa viajaban seguido para misiones, y ésta vez tendrían que ir a Japón de vez en cuando a la empresa. Fue un mazazo para mí. Y ahora, volviendo a la realidad, estábamos jodidos.
- Que coño quieres Park.
Hoseok me miró boquiabierto.
- Pero cállate, que nos van a dar una paliza.
Hablabla susurrando y entre dientes.
- La valiente Skyler, parece que no te llegó la del otro día.
- El cuerpo empieza a acostumbrarse a la mierda de tu particularidad.
Sus manos se apretaron en un puño endureciendose. Su cuerpo se volvía duro como el acero. Esa era su particularidad.
- Pocas veces he visto la tuya, bueno, la mitad más bien. Seguro que por que es una auténtica basura. Por eso quedaste entre las últimas de clase, y entre las últimas para entrar en la Academia. Normal que te madre te abandonara.
Se empezó a reír junto a sus amigos. Lancé una helada congelando todo el camino y atrapandolo en un montón de hielos de una altura más alta que él, pasandole tres cabezas.
- ! Sácame de aquí !
- Como no te calles te congelare el pico.
Mi mano estaba apuntando a su dirección. Hoseok estaba alucinado. Sus amigos salieron corriendo.
- Vas a arrepentirte de habernos hecho daño, Park.
Lancé más frío todavía. Empezaba a tiritar, labios morados, y mirarme con rabia.
- ! Sacalo de ahí, lo matarás !
Caminé hacia él. Coloqué la otra mano en su pecho. Se quedó impresionado y totalmente estático, sin mover un músculo de la cara. El hielo se descongelaba y el vapor salía. Una vez que estaba liberado, se quedó en silencio.
- Vuelves a mencionar a mi madre, o a hacernos daño a alguno de nosotros dos, y meteré el hielo hasta tus venas haciendo que cojas hipotermia y mueras congelado.
Dio media vuelta y se marchó corriendo. Miré a Hoseok. Estaba parado, mirándome serio.
- Qué pasa.
- Me has defendido.
Ni yo misma me lo creía. Me senté en el suelo mirando los pilares de apoyo. ¿ Enserio había hecho eso ? No sé en que estaba pensando en ese momento, pero realmente estaba demasiado enfadada después de todas las palizas que nos llevamos Hoseok y yo sin venir a cuento. Quería haberle demostrado todo mi poder, pero quería reservarme para las pruebas de la Academia. Pero hoy fue el día en que le demostré mi verdadera yo.
- Sky.
Empezó a acercarse a mí. Se puso de rodillas al lado mío, agarró mi mano y lo siguiente, creo que me rompió el alma en mil pedazos como nunca antes.
- No estas sola.
No supe reaccionar. Sentí húmedas mís mejillas. Aparté la mano despacio.
- Deja de decir tonterías.
- Es la verdad. Siempre me tuviste, y siempre me vas a tener.
Me levanté y caminé hacia la salida.
- ¿ A dónde vas ?
- Necesito pensar.
No sé ni cuanto caminé, ni cuanto tiempo estuve fuera. Pero anochecio más rápido de lo que pensaba. Apoye todo mi cuerpo en un banco, dejándome relajada. Miré el cielo.
- Mañana tengo que empezar la Academia. Sí o sí.
Volví a casa corriendo. Entré dejando los zapatos en la entrada a toda velocidad. Sun Hee estaba en la cocina.
- Tienes que dejarme ir a la Academia.
Ella se quedó estupefacta al verme ahí parada, con la respiración agitada y más hablándole directamente a la cara.
- Skyler, ¿ Estás segura ?
- Sí.
Mi respuesta fue inmediata y breve. Ella sólo sonrió. Se secó las manos con el trapo.
- Serás una buena heroína. Confío en ello. Y serás una de las mejores de la clase.
Agarré el marco con fuerza. Tenía ganas de llorar. Después de lo de antes, me avergonzaba hacerlo otra vez.
- Lo seré, no lo dudes.
Sonrió convencida de ello. Si, lo seré.