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De todo lo que tiene este mundo, tenía que pasar nada menos que esto. Nueva familia a la fuerza. Sentada en la ventana con los pies colgando de un sexto piso. La verdad es que no me importaba caer, podría evitarlo sin problema, pero en este momento estaba mirando los edificios.
- ! QUE HACES AHÍ SENTADA !
Mis ojos se dirigieron a la puerta vagamente. Mi madrastra, Sun Hee, mirándome horrorizada.
- Mirando el paisaje.
- ¿ Y LO DICES TAN TRANQUILA ?
- Lo puedo decir gritando, pero no me apetece malgastar fuerzas contigo.
De horror a tristeza. Así fue su cambio espontáneo. Dejó una de mis cajas de la mudanza a un lado de la puerta.
- Sky siéntate a hablar conmigo, por favor.
- Skyler para ti.
Dio unas palmaditas en el colchón, como con esperanzas de que me sentara. Giré mi cuerpo en la ventana para ponerme de lado. Sus ojos estaban muy abiertos.
- Me sentiría más cómoda si te sentaras a mi lado, me pone nerviosa verte hacer eso.
Entré a la habitación y me quedé de pie indiferente.
- Sé que no es fácil todos estos cambios. Mudarte de Japón a Corea, nuevo idioma, familia nueva, cultura nueva...
- ¿ Me vas a enumerar todas las cosas " Tan maravillosas " que tengo ahora ?
- Siento todo esto hija...
Se levantó dándome la espalda.
- No soy tu hija. Ni la de nadie.
Cristalización, eso fue lo que invadió la parte frontal de sus ojos, convirtiéndolos en ríos totalmente inundados. Salió de mi cuarto sin decir nada. Volví a sentarme en la ventana. Al cabo de un par de minutos se escuchaban pasos como elefantes corriendo de los cazadores.
- ¿ Qué le has hecho a nuestra madre ?
- Dirás tu madre.
Mi hermanastro, Jung Hoseok, imbécil como él solo.
- ¿ Estás otra vez con esa mierda ? Es nuestra madre quieras o no.
- Vete a la mierda.
- Eres una jodida niñata engreída.
- Lo dice el que no quiso mudarse a Japón pataleando como un infante de cinco años. Patético.
Todo esto lo decía mirando a los tantos metros que había hasta el suelo. No me apetecía ni mirarlo.
- Eso fue egoísta de mi parte no te lo discuto, pero hacerle sufrir a nuestros padres no es la manera más correcta de querer tus propósitos.
Estaba empezando a hincharme las narices.
- Tus padres.
- Que tu madre te aba...
- ! VETE DE MI CUARTO PEDAZO DE MIERDA !
Le miré con todo el odio. Su cara fue un cuadro. No era la primera vez que le insultaba o le molestaba, pero realmente acabó con mi paciencia.
- Te odio.
- Dime algo que no sepa.
Dije entre dientes.
- No te reconozco Sky.
- No prentedas hacer como que alguna vez me conociste o entendiste, por que no es así Hoseok. Ahora lárgate y déjame en paz lo que queda de año.
Faltaba no muchos meses para acabar este nefasto año. Hoseok y yo habíamos acabado el instituto. Él empezaría la Academia de entrenamiento dentro de poco. En cambio yo estaba en tratamiento. El psicólogo decía que tenía depresión. Y tenía que medicarme. Por lo tanto no podía ir aún. Eso decía él. Aunque yo quería ir y entrenar, estar ocupada. Viviendo sola en el campus. O con alguien. Me daría exactamente igual. Separado de esta gente. Pasadas unas horas decidí ir al salón.
- Tenemos que hablar de tu comportamiento Skyler.
Mi padre Aizawa, sentado en el sillón con un semblante serio, mirada profunda que llegaba a dar miedo y un tono de voz demasiado grave. Sun Hee y Hoseok sentados en el sofá de al lado.
- No me apetece.
- Skyler, no lo volveré a decir.
Dudé por un momento mirando la puerta de entrada, pero al final acabé cediendo para no tener mas problemas. Dejé caer mi peso muerto en la silla.
- Adelante, soltar toda la mierda que tengáis que soltar para poder salir de aquí cuanto antes y tomar el aire.
- ¿ Qué te hemos hecho ?
Pregunta clave. Todo. Eso me hicieron. No respondí.
- Tu madre hizo lo que hizo, y por eso tuve que internarla. Sino te haría daño.
- Tu fuiste el culpable de que me odiara de esa manera.
El silencio se hizo presente como ventisca en una noche de invierno.
- Nadie tuvo la culpa. Ni tú ni yo. Tener tus particularidades no es excusa para hacer lo que hizo.
Se me olvidaba decir. Vivimos en una sociedad, dando un 80% de población, con dones. Particularidades, como lo llaman. Que la gente tenía nada más nacer. Estábamos los héroes y villanos. Un poco todo de ciencia ficción, ¿ No ? Pues así era. Llegó al mundo en un abrir y cerrar de ojos sin explicación. Después de tantos años aún no saben explicar las razones ni motivos de lo que causó esto. De ahí que Hoseok quiera ir a la Academia, pero no a la normal, sino a la de héroes, donde nos instruian para formarnos y salvar a las personas. Entrenarnos para poder controlar nuestras particularidades y ser los mejores en nuestro oficio con el que fuimos bendecidos al nacer.
- Skyler, me considero tu madre, aunque tu digas que no.
Mirada gélida de parte mía.
- También Hoseok se considera tu hermano.
Esto lo dijo con un tono más bajo.
- Te queremos mucho hija. Por favor, no te vayas al mal camino. Sé que te sientes sola, pero me tienes aquí.
Mi padre agarraba su mano, mientras ella sollozaba.
- Parece que tienes sentimientos, ¿ No, Aizawa?
Esa voz, mi propia voz, soltó veneno en ese momento. Me levanté y me dirigí a la puerta.
- Skyler, llévate tu medicación. Tienes que tomarla en una hora.
Sólo me dijo eso. Odiaba esa falsa preocupación.
- Las he tirado por el retrete.
Cerré la puerta antes de alguna contestación. Llamé al ascensor, llegó en un abrir y cerrar de ojos. Entré y pulse el 0. Antes de cerrarse las puertas Hoseok las agarro.
- Si no te has llevado la medicación, tendré que acompañarte.
La respiración entrecortada, tuvo que venir corriendo para pillarme.
- No necesito canguro. Lárgate.
Abrió las puertas de golpe y entró. Pulsó el botón y bajamos. Al abrirse salí escopeteada queriendo perderlo de vista. Me dirigía a un aparcamiento de coches de plantas abandonado para practicar mis particularidades. Él seguía mis pasos con una clara distancia entre ambos. Cuando llegué observé que no hubiera nadie y empecé a calentar mis dedos.
- Podemos practicar juntos.
- Que parte de que te vayas a la mierda no has entendido. O es que eres demasiado gilipollas para entenderlo.
Unos pasos a la entrada.
- No os esperábamos aquí, Skyler y Hoseok.

《 PARTICULARIDADES 》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora