La encuesta

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Saqué las llaves del bolsillo con pereza y las encajé en la cerradura haciéndolas girar hasta oír el "clack" que significa que la puerta esta abierta y entré a casa.

Acababa de llegar de un laargo día saliendo por Madrid, con Jaime, mi mejor amigo, la persona que camina más rápido del mundo y que ha conseguido que mis pies acaben doloridos y llenos de ampollas.

Nos conocemos desde pequeños y hemos estado unidos desde entonces, compartiendo malos y buenos momentos. Es la persona que más sabe de mi vida y viceversa.

El caso es que ahora mismo estoy exhausta. Cierro la puerta por dentro y me dirijo a mi cuarto. No ha llegado mi madre todavía, trabaja en una cafetería hasta tarde y llega sobre las diez , mi padre no está en casa normalmente, trabaja fuera, "un hombre de negocios".

Entro en mi cuarto y dejo la mochila que llevaba sobre la cama, me siento en el suelo y me descalzo masajeando mis doloridos pies. Seguidamente me doy una buena ducha y me pongo la ropa de estar por casa: unos pantalones largos y una camisa ancha y larga, luego me pongo una chaqueta y subo la calefacción.

Me siento en mi mesa de estudio, llena de libros, folios, bolsas de patatas y un montón de objetos que solo sirven para distraerme cuando intento concentrarme. Acabaré los deberes de sociales antes de dormir. Saco el libro, el cuaderno y el portátil, ya que es una pregunta de definiciones, y nada mejor que la Wikipedia para solucionar estas cosas.

Miré el reloj, ya eran las 9:30, había escrito solo 3 definiciones, no pensaba que me llevaría más de 15 minutos, aunque debería haber previsto más tiempo,este profe siempre se pasa.

Miré distraída por la ventana, mi cuarto esta en el 2 piso del chalet en el que vivo. Observé durante un rato las personas que pasaban por la calle y el movimiento de las ramas de los árboles cuando el viento las removía, no me extraña que no me concentre.

Abrí un poco la ventana y dejé que el aire entrara en mi cuarto congelandome la cara en una extraña caricia, aspiré profundamente y percibí el olor a asfalto mojado, parece que va a llover. Me encanta este tiempo, el aire y la lluvia que renuevan las calles.

Cerré la ventana y me froté los mofletes para calentarlos con la intención de retomar el ejercicio, pero cuando iba a escribir la nueva palabra para definir, de repente, la pantalla del ordenador se puso en un color azul eléctrico y el portátil empezó a emitir estridentes pitidos a todo volumen, haciendo que me apartará en un sobresaltado movimiento de la mesa. Genial, ya me lo he vuelto a cargar, seguro que es un virus que me ha entrado por culpa de ver series en páginas online. Toqué los botones y el ratón histéricamente y no pasó nada, el ruido y el azul eléctrico seguían y me estaban empezando a poner la cabeza loca Mimpezó a aumentar.

Me volví a acercar a la mesa y toqué nerviosamente algunas de las teclas de mi portátil, pero nada, la pantalla seguía en ese azul eléctrico tan estresante. Presione varias veces el botón de apagado, pero el portátil no respondía.

Fui a coger mi móvil para llamar a mi madre y avisarla, pero, para mi sorpresa, la pantalla de este, también estaba en ese extraño azul eléctrico y también emitía el mismo ruido. Intenté apagarlo, o parar el ensordecedor ruido, pero tampoco dio resultado.

Bajé las escaleras rápidamente y entré al salón, comprobé que el ordenador común también estaba bloqueado. Entre el ruido y el estrés de la situacion me estaba empezando a poner muy nerviosa, anduve de un lado a otro del salón sin saber que hacer, entonces, abrí la ventana. Fuera se escuchaba el ensordecedor y molesto ruido que provenía de otros dispositivos. Cerré rápido la ventana y me precipité sobre el mando de la tele. Cambié varios canales hasta que en uno encontré lo que buscaba. Al parecer se habían jakeado los dispositivos móviles de todo el país.

Vi un poco más como una periodista rubia muy mona iba preguntando a la gente por la calle, esta le enseñaba su teléfono con la pantalla azul. La periodista tenía que alzar mucho la voz para que se le oyera.

Derrepente, los ensordecedores pitidos pararon, todos a una, devolviendo, aparentemente la tranquilidad.

Aunque yo, sentía todavía el nudo en el estómago y respiraba nerviosamente.

Todas las pantallas habían cambiado, de el azul eléctrico a una pantalla con texto. Subí atropelladamente las escaleras sin apagar la tele y me puse de pie frente a la pantalla de mi portátil. En el se leía:

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Abajo y con una flechita ponia:
Continuar

Me lo pensé varias veces, pero, finalmente la curiosidad venció y presioné el ratón.

La siguiente pantalla que aparecía era una ficha en la que había que rellenar: nombre, apellidos, dirección, teléfono de contacto, correo electrónico...

Me quedé mirando la pantalla unos minutos... Era demasiado fácil, un anzuelo que nadie picaría debido a lo absurdo y sencillo que era esa tapadera de un millón de euros.

Solo aceptarian los más avariciosos, los desesperados que necesitarán el dinero de verdad, los que se aburren del día a día y quieren romper con la rutina que poco a poco les aplasta y las personas lo suficientemente curiosas como para meterse en la ratonera llevadas únicamente por la necesidad de probar como sabe el queso.

Lo pensé otra vez: yo no me libro de esas dos últimas.

A mi, algo me revolvía desde que había pulsado continuar.

Ese ansia por saber más, simplemente por descubrir aquello que solo puedes saber si rellenas esa ficha y le das a continuar, eso que, otras personas seguro que sabrán, y tú puedes saberlo si quieres.

.... ser de esos pocos que se arriesgan y saben, o de esa otra parte que seguirá su vida como si nada.....

Mi vida, últimamente había sido muy monótona, sin mucho que contar. Que a mi me encanta, pero me falta algo. Aquí, no se ni quien ni porque me estaban brindando la oportunidad de darle una pizca de emoción, o de intriga, o quien sabe si al fin y al cabo todo esto no iba a desencadenar nada importante fuera de lo normal.

Pero entre pensar que lo sería una oportunidad y que no lo sería prefería pensar que si y no la desaprovecharía.

A mi madre no le parecería bien, estaba segura, con todo lo que me advierte sobre el uso de las redes sociales, de dar
datos ...definitivamente no le gustaría.

Decidido. Me inscribiría.

Entonces, con una extraña sensación en el estomago puse el cursor sobre el hueco del nombre y escribí el mio, lo miré unos segundos y lo borré.
Reescribí: Alba.










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⏰ Última actualización: Jul 23, 2019 ⏰

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