SpiderTom

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By Bill

Todavía recuerdo el día en que lo conocí...

Lucía tan guapo. Iba vestido de manera muy casual, como siempre suele hacer (ahora que estoy con él lo he visto así muchas veces), llevaba una mochila al hombro y una bandana en la frente. Recuerdo que iba bastante apurado revisando algo en su cámara mientras caminaba, yo no me percaté de eso hasta que lo tuve literalmente frente a mi cara y por el impacto los dos fuimos a parar al suelo. Quedamos frente a frente y nos vimos directamente a los ojos, al instante comenzamos a reír, fue una situación bastante embarazosa pero al mismo tiempo graciosa, y eso que era la primera vez que lo veía. Se puso de pie y me extendió la mano para ayudar a levantarme. Me paré y me sacudí un par de veces el pantalón, él se rascó la nuca y sonrió.

-Lo siento -dijo ruborizado -, no te vi.

-Sí, me di cuenta -respondí.

Vi que traía un gafete prendido en la camisa y pude leer "Tom Trümper / Fotógrafo" en él. Jamás lo había visto y resulta que hasta trabajábamos en el mismo edificio.

-¿Ibas a entregarle fotos al jefe? -Pregunté señalando su cámara.

-Sí... quiere que consiga buenas tomas del súperheroe este que está de moda.

Solté una risita y le ayudé a levantar algunos papeles que se le habían salido de la mochila. Se los entregué y entonces vi que se sonrojó aún más cuando postró la mirada en mi camisa. Traía un jugo en la mano y cuando caímos parte de este cayó sobre ella manchándola por completo.

-Soy tan idiota, lo siento. He manchado tu camisa -dijo apenado.

-No te preocupes, no pasa nada.

De su mochila sacó una sudadera que inmediatamente me tendió y no pude evitar quedar hipnotizado por el bonito aroma que desprendía. Era un perfume suave, nada hostigoso, a mi parecer era riquísimo.

-Si quieres puedes usarla, prometo mandar tu camisa a la tintorería -comentó mientras me sonreía levemente.

-¡Trümper! -Se escuchó el grito desde el segundo piso.

El jefe se asomó por el barandal de la segunda planta y lo miró con el entrecejo fruncido.

-¡Estoy esperando las benditas fotos! ¡Apúrate! -Volvió a gritar.

Ingresó nuevamente a su oficina y nos volvimos a mirar. Me insistió un poco para tomar su sudadera y finalmente terminé aceptando, si no se le haría más tarde con Listing y ese tipo era de temer por el carácter tan horrible que se cargaba.

Después de eso salió disparado hacia la oficina del jefe y yo me quedé ahí. Ya en la tarde cuando lo volví a encontrar me pidió mi camisa para mandarla a lavar, nuevamente le dije que no se preocupara pero volvió a insistir, así que se la di para no hacer más problema. Un par de días después me la devolvió y yo a él su sudadera.

Descubrimos al poco tiempo que teníamos muchas cosas en común, como el amor por la música, el periodismo y el mundo de las noticias. Fue gracias a esas cosas tan tontas que poco a poco comenzamos a hacernos más cercanos, bastante, diría yo.

Un día me invitó a su casa, el ambiente era perfecto; afuera llovía, la luz naranja de las calles entraba por el ventanal de la sala, hacía algo de frío, así que nos acercamos más en el sofá para darnos calor mientras mirábamos películas y comíamos dulces.

Y bueno, todos conocen la expresión "peliculear"... porque al final no pudimos prestar atención por terminar haciendo otros asuntos, ya saben. La parte de las pelis se convirtió en culear.

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⏰ Última actualización: Jun 15, 2017 ⏰

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