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Los dolores y vómitos seguían, por suerte su madre no hizo un alboroto y solo lo mandó a que fuera a una farmacia. Y estaba Jake camino a una farmacia, entró y un chico de cabello pelinegro que fumaba un cigarrillo lo atendió.

- ¿No está prohibido fumar aquí?.

- Si, pero mis padres son los dueños y ellos querían que ayudara, asi que nimodo.

Jake asintió y el chico apagó su cigarro.

- ¿En que te puedo ayudar?.

- Tengo mareos y vomito, quiero una pastilla.

- Okeeey, dejame ver -tomo una tabla de madera con hojas en ella- ¿Diarrea?.

- No.

- ¿Dolor muscular?.

- Nop.

- ¿Usaste protección, Hyung?.

- No, espera sí -frunció el ceño- No creo que sea por eso.

- Vaya lío en el que te estas metiendo, Hyung -vaya que este chico sí que era directo- Te lo digo por experiencia -susurró

- ¡Riki! -gritó un chico de cabello rubio, que iba entrando por la puerta trasera con una caja en sus brazos- Disculpalo, ha estado estresado -sonrío hasta el punto en que sus ojos eran dos lindas medias lunas- Bien, ¿qué necesitas? -preguntó una vez dejado una caja.

- Una pas- -no pudo terminar por culpa del chico llamado Riki.

- Tú necesitas una prueba de embarazo, loco -dijo el chico sin mirarle- Creeme -alzó la vista- Vas a sufrir, te lo digo por experiencia .regresó su vista a su revista- Y eso que apenas está empezando -susurró- En serio, Hyung.

- Riki, cariño cierra tu boca o quedas en abstinencia -el chico de cabello rubio lo miro

- Ok -lo ignoró y siguió viendo su revista.

- Bien, ¿en qué estábamos? -preguntó- Así la prueba de embarazo.

- Pero estoy bien -hizo un puchero

El chico tomó una prueba de embarazo y se la dio en la mano.

- Mejor nos aseguramos -Riki alzó ligeramente la mirada hacía el chico de cabello rubio.

Jake asintió y se dirigió al baño que le indico el chico, él se quedó afuera esperándolo. Riki llegó por detrás y lo abrazó, pasando sus manos por el ligero vientre que comenzaba a crecer.

- Sunoo -besó su cuello- ¿Cómo te has sentido? -preguntó volviendo a besar su cuello.

- Bien, Ri, bien -estaba molesto con él- Ahora déjame en paz tengo que cuidar que todo salga bien -se alejó de él.

Riki se sentó en la silla que -misteriosamente- estaba ahí, extendió su mano a la de Sunoo, logrando agarrarlo y jalarlo para que se sentará en sus piernas. Sunoo no dijo nada, simplemente se sentó y esperó que él chico saliera. Riki pasaba su mano por su vientre dando caricias haciendo que Sunoo sonriera y suspirara como un idiota enamorado.

Pasaron unos minutos más y no se oía nada, Sunoo pegó su oído y escuchó un ¡maldición! dentro del baño pero fue lo suficientemente fuerte para que Riki lo escuchara, ya que se rió, porque fue la misma reacción de Sunoo, gracias a eso pudo saber que no estaba equivocado. Sunoo se quitó de la puerta y salió un tembloroso Jake con lágrimas en los ojos.

- Tranquilo -Sunoo se acercó y lo abrazó- Es normal que estés asustado yo también lo estaba -seguía susurrando bajo la atenta mirada de Riki.

- ¿Tú estás o estuviste? -preguntó Jake- Disculpa mi atrevimiento -se retractó.

- No te preocupes -de separó de él para verlo a la cara- Tengo 3 meses -sonrío.

Jake se quedó callado para luego comenzar a llorar más fuerte ganándose miradas confundidas por los dos.

Tal vez es para Siempre ❜ HeeJake  ﹙ 𝗔𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 ﹚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora