VI

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 -Tesoro, toma las cosas que necesites de tu cuarto - Hablo la tía de Emma – es mejorque nos vayamos pronto, pero te esperare en el auto por si quieres estar sola o haceralgo ¿de acuerdo? 

Emma no dijo nada y camino hasta su cuarto, al llegar cerró la puerta y comosiempre que le hablaba, se sentó frente al espejo. 

-¿Por qué lo hiciste? – Solo el sonido de su voz estaba presente en la habitación – Ellosno tenían la culpa, ellos me amaban. 

Con esas palabras, Emma dejo escapar todo su dolor a través de sus ojos,llorando sin detenerse. 

-¡Responde! – Empezó a gritar - ¡Cobarde!, ¡dime lo que quiero saber! 

Ella se dejó caer al suelo de rodillas y golpeaba el espejo con ambos puños,incluso lo rompió, pero no se detuvo. Sus nudillos y brazos estaban sangrando y laslágrimas no dejaron de salir de sus ojos cerrados. 

Emma pudo seguir golpeando los cristales hasta quedar inconsciente por lapérdida de sangre, pero antes de que eso pasara, algo había tomado sus muñecasobligándola a parar. 

Ella abrió los ojos repentinamente, y por los trozos del espejo pudo ver comodos brazos deformes salían de debajo de la cama y como de esos brazos estabanconectadas las manos que la detenían. La niña solo miraba como esas manos de uñaslargas la aprisionaban, por fin pasaba algo que ella siempre había deseado que pasara. 

-Entonces hoy me dejaras verte...  

La niña que conoció al monstruo bajo su camaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora